lunes, 28 de julio de 2008

Salud mental en el adulto mayor:

EM, VyS, 28 de julio de 2008.

Planificar la vejez y tener amigos ayuda al bienestar emocional.

Los principales nudos psicológicos se asocian a la angustia de depender de otros y a enviudar.

CAROLINA DISEGNI GILI.

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Según los resultados de la Primera Encuesta Nacional sobre la Calidad de Vida en la Vejez 2007, el 36% de los adultos mayores tiene problemas de ánimo. Además, según la Encuesta de Calidad de Vida y Salud 2006, del Ministerio de Salud, el 36,8% de los mayores de 65 se siente nervioso y ansioso.

Diversos nudos emocionales propios de esta edad pueden generar problemas psicológicos, como la angustia que provoca la soledad tras la partida de un ser querido.

Marta Baines (85) enviudó el año pasado tras 55 años de un feliz matrimonio. "Me dio una tristeza inmensa, me sentía muy sola y lo extrañaba, pero me propuse no echarme a morir. A la semana ya estaba de vuelta en la clase de baile, donde están mis amigas que me han apoyado".

Según la doctora Graciela Rojas, directora de la Clínica Psiquiátrica de la U. de Chile, las redes sociales son fundamentales para superar un duelo normal de un año y si los lazos se han distanciado se pueden recuperar. "Muchas veces las amigas están esperando un simple llamado de teléfono para empezar a juntarse".

La jubilación es otro tema que si no se planifica puede ser conflictivo. "Los mayores tienen que reinventarse, buscar una actividad que los motive, para lo cual ayuda hacer una retrospectiva de los proyectos que fueron quedando en el camino", explica la psiquiatra Susana González, del Programa del Adulto Mayor de la UC.

Escribir un libro, pintar, dibujar, armar un emprendimiento y hasta hacer clases pueden ser algunas actividades. Ese es el caso de Amparo Borreda (67), que a sus 62 años estudió gerontología social en la U. del Adulto Mayor. Hoy hace clases de estimulación cognitiva a otros mayores.

La posibilidad de enfermarse gravemente, perder autonomía y tener que depender de los demás es otra de las situaciones que provocan angustia.

Para la doctora Graciela Rojas, es importante que los mayores se planteen esa posibilidad antes de que llegue, de manera que los hijos tengan una noción de cómo abordar el problema. "Muchos mayores deciden con antelación que vivirán en un hogar de reposo, guardan ahorros para ello y hasta los escogen anticipadamente".

Para la socióloga Carmen Barros, académica del Instituto de Sociología UC y experta en gerontología social, es clave la capacidad de adaptación de la persona.

"Los mayores tienen la sabiduría para encontrar la manera de adaptarse. La mayoría puede tolerarlo. Sólo cerca de un 10% cae en una profunda desesperanza y tedio por vivir", explica. En esos casos es importante consultar con un especialista para iniciar una psicoterapia.

Una apreciación similar tiene la doctora Susana González. "Los adultos mayores cuentan con más recursos de lo que uno espera para enfrentar difíciles situaciones".

Según la especialista, recordar cómo se actúo frente a otros problemas a lo largo de la vida ayuda a enfrentar de mejor manera el conflicto actual.

"La familia es el colchón de apoyo para los mayores. Planificar actividades familiares disminuye sus angustias cotidianas. Es un mito que los adultos mayores son frágiles; la mayoría tiene las estrategias emocionales para superar los conflictos.".

Depresión en la adultez.

Para el psiquiatra Jorge Calderón, especialista en adultos mayores de la UC, existe una errada visión de que en la vejez es normal la depresión.

"Es importante consultar ante síntomas como tristeza vital sostenida por al menos dos semanas, disminución de la motivación, o la dificultad de sentir placer por las cosas que antes interesaban".

Si a ello se suman otros males como insomnio, disminución del apetito o somatización, es casi seguro que se está ante una depresión, que debe tratarse oportunamente.

Según el especialista, el tratamiento consiste principalmente en antidepresivos y psicoterapia, porque "otro mito que es importante derribar es que los mayores no pueden recibir psicoterapia".

De lo contrario se corre el riesgo de otro problema más serio, como el suicidio, cuyas tasas de prevalencia son más altas en esta etapa de la vida.

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