lunes, 27 de octubre de 2008

Dr. Michel Pinget, investigador francés: "La diabetes es la compañera ineludible de las grandes crisis."

EM, VyS, 21.10.08.

La diabetes, que causa cada año la muerte de 3,2 millones de personas en el mundo, se está convirtiendo en una "epidemia silenciosa" más peligrosa y letal que el sida. Así lo ha dicho la Organización Mundial de la Salud (OMS) para alertar sobre esta patología, asociada a la obesidad y el sedentarismo.

"La diabetes es una enfermedad clasificada como no transmisible. Por eso es tan complicado comprender que se trate de una epidemia", aclara el doctor Michel Pinget, investigador francés fundador y presidente del Centro Europeo de Estudios sobre la Diabetes, creado la década pasada.

En el centro, ubicado en la ciudad de Estrasburgo, Francia, se dedican a estudiar nuevas terapias para la enfermedad, pero también a desentrañar sus causas. "Hay genes que predisponen a desarrollar diabetes, pero también causas ambientales", dice.

Miedo al hambre.

Es sobre estos últimos factores que el doctor Pinget ha centrado sus investigaciones. "Estamos planteando que la diabetes sería la compañera ineludible de las grandes crisis y sufrimientos en la historia; más que las rupturas en los estilos de vida, como se ha planteado hasta ahora".

Cita, por ejemplo, que tras la Segunda Guerra Mundial los casos de diabetes en Europa aumentaron, sobre todo en los países más afectados.

¿Se trataría de una enfermedad emocional? "Sobre todo es una enfermedad de supervivencia alimentaria, de la lucha contra el hambre", dice Pinget.

"El aspecto emocional interviene porque en períodos de crisis no siempre hay qué comer y, pasada esa circunstancia, la gente tiene miedo de volver a pasar hambre. Ese miedo conduce a comportamientos poco saludables, como alimentarse en exceso".

Entonces, se desencadenan alteraciones metabólicas que favorecen la aparición de la enfermedad.

En colaboración con la OMS, en 2003 realizaron un estudio en Camboya, en el Sudeste Asiático. "La idea era analizar un país que no haya evolucionado mucho, contrario a lo que pasa en China, India o Vietnam, que tienen índices elevados de diabetes".

Por eso Camboya, una nación muy rural, pero con una buena higiene alimentaria, donde casi no se consume carne por falta de recursos, y sí mucho pescado, frutas y verduras, resultaba ideal. "Con esos datos pensábamos encontrar un bajo índice de diabetes", dice el doctor Pinget.

Para su sorpresa, descubrieron el más alto índice de diabetes (10%) de todo el Sudeste Asiático. "Ellos no han cambiado su estilo de alimentación a uno occidental, pero analizando su historia, descubrimos que estuvieron expuestos hace 30 años a un gran genocidio. Los camboyanos sobrevivientes de esa época hoy son diabéticos".

El estudio, publicado en la revista The Lancet, será repetido el próximo año pues quieren comprobar otra hipótesis. "Tenemos la idea de que mientras más rápido se desarrolla la diabetes en una población, más grave es la enfermedad". Comprobar eso, estima, ayudaría a tomar medidas para crear programas de prevención según la historia reciente de cada país, por ejemplo, tal como ocurrió en países latinoamericanos en los '70. "Si hubo una crisis social importante, hay que poner atención a la enfermedad".

DR. MICHEL PINGET. Jefe del Depto. de Endocrinología, Hospital de Estrasburgo, Francia. Pdte. del Centro Europeo de Estudios sobre la Diabetes
DIABÉTICOS 240 millones de personas en el mundo tienen diabetes. En Chile se estima que hay 850 mil afectados.