domingo, 18 de octubre de 2009

Innovadora experiencia en Osorno: un cibercafé para ciegos.


EM., V,CyT, 17-10-09.

Software permite que escuchen los contenidos con audífonos y sólo usen teclado, sin ocupar el mouse. Oyen su e-mail y noticias e incluso pueden chatear.

Omar Rojo, dueño no vidente del cibercafé: "Sabíamos que se podía chatear y bajar música. Yo quería leer textos bíblicos y escuchar canciones de Leonardo Favio, que fue lo primero que hice cuando navegué".

Por Nicolás Gutiérrez.
--

OSORNO.- La historia de Omar Rojo (50) y su cibercafé instalado en una esquina de Osorno es la historia de un romance cibernético. Cuando "conversar por escrito" en un computador se hizo irresistible, Omar luchaba por memorizar las teclas del PC, al igual que otros no videntes de la Asociación de Ciegos de su ciudad.

A los 33 años perdió la visión a causa de un problema de irrigación sanguínea. Mientras pudo ver, jamás se acercó a un computador, pero hoy administra equipos desde un servidor en su cibercafé.

En una experiencia inédita en el comercio del país, su local en Osorno cuenta con el software para que los ciegos accedan a usar un computador con internet, con la misma facilidad que un vidente. El programa llamado JAWS (Job Access With Speech) se encarga de "leer" los contenidos de la pantalla al usuario no vidente, a través de una voz que, pese a ser robótica, respeta signos de puntuación y exclamación.

A través de un proyecto Fonadis, Rojo obtuvo este año $2,5 millones para implementar el cibercafé con JAWS.

En 2004, miembros de la Asociación de Ciegos de Osorno recibieron capacitación computacional y soñaban con navegar por internet. "Pocos saben de esto, pero la idea es que vengan todos quienes se enteren", señala Cecilia Kramm, presidenta de la entidad.

"Sabíamos que se podía chatear y bajar música. Yo quería leer textos bíblicos y escuchar canciones de Leonardo Favio, que fue lo primero que hice cuando navegué", cuenta Omar. Hoy, los usuarios ciegos permanentes del cibercafé son cerca de media docena, todos mayores de 25 años. Uno de ellos es Sergio Cumillaf (37), quien estudia 4° medio y colabora con Omar. "Paso mucho tiempo aquí trabajando. A veces, como todo el mundo, nos quedamos pegados chateando o leyendo", dice.

A los ojos de un vidente sorprende cómo navegan, con teclados y audífonos, sin usar pantalla ni mouse. Están tan acostumbrados a la lectura del JAWS, que aceleran esa voz pregrabada para navegar más rápido. Sólo se ve un cuadro de diálogo en pantalla, que es desactivable, para que otros escuchen.

Salvo otra experiencia similar en Lautaro (http://www.telecentrolautaro.blogspot.com/), no hay en Chile otra iniciativa "mixta" que integre a ciegos y videntes en un mismo lugar. En Santiago, la Biblioteca de Providencia ofrece acceso a internet en forma exclusiva a ciegos.

No hay comentarios: