domingo, 22 de febrero de 2009

Un monumento a la ineptitud.


Entre el 6 y el 8 de enero pasado, tras hacer cumbre en el Aconcagua, la mayor cumbre de América (6.959 metros), cuatro deportistas italianos, bajo la guía del argentino Federido Campanini, fueron sorprendidos por una tormenta y se perdieron.

Después de pasar dos días a 25 grados bajo cero, la ayuda llegó, pero Elena Senin, de 38 años, ya había muerto.

El rescate, que movilizó a más de 50 personas, casi todas voluntarias, demandó localizar a los sobrevivientes, llevarlos nuevamente a la cumbre y descender por la ruta original. Eso salvó a los tres italianos pero fracasó para el guía, Federico Campanini, de 31 años, quien falleció el 9 de enero a metros de la cima del Aconcagua.

El miércoles 18 de febrero pasado, la red sorprendió con imágenes de ese rescate, que muestran cómo Campanini es arrastrado por la nieve e insultado por rescatistas.

“El I Ching, un libro de sabiduría chino, dice que ante el peligro el cobarde se precipita y que el valiente no. Y que la escuela es entrenar y poner al frente todos nuestros miedos”.

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EM., deportes, 21-02-08.
Monumento a la ineptitud.
Por Mauricio Purto.

Así tituló el vespertino "La Segunda" una entrevista en que di la opinión sobre las crudas imágenes que dan cuenta de la incapacidad, desesperación y desaciertos de unos rescatistas argentinos, y del maltrato recibido por el andinista, también argentino, Federico Campanini, en sus últimos minutos de vida durante una operación de rescate en el Aconcagua, luego que el montañista y un grupo de excursionistas italianos fueran sorprendidos por una tormenta de nieve.

El video de dos minutos subido a YouTube muestra a Campanini exhausto, pero consciente, mientras es jalado por una cuerda y es arrastrado por la nieve. Campanini intenta avanzar gateando... Desfallece, se yergue y es increpado por sus posibles salvadores, en una suerte de estimulación que invoca a Dios y da aviso a una jueza de que lo dejarán a su suerte. Todo en medio de una nevada: una clase magistral de lo que no hay que hacer en esas circunstancias.

No me gusta ser tribuna ni comentarista de la crónica roja en la montaña, ni menos ser un "general después de las batallas". Pero no hay que ser especialista para saber que se actuó mal.

Porque el video delata un estado de exaltación en que los hombres estaban fuera de sí, en un estado de psicosis aguda, un "mal trip", en la jerga de los montañistas extremos. Y en todas la acciones humanas, procedimientos concatenados, ejecuciones delicadas, perder el centro, eso que llaman aplomo, y caer en la desesperación trae el yerro mayor, que muchas veces pasa por la muerte. El montañismo y la cirugía han sido mis escuelas. Hay muchas otras.

Más allá en el análisis, Campanini no era peso muerto, no era un "saco de papas", podía gatear, y eso facilita un rescate. Y lo que es mejor, había mucho más que dos rescatistas, quienes tenían incluso energía para grabar un video del acontecer.

Y estaban apurados, no tenían tiempo para el otro, temían por sus propias vidas, por su exposición a la nevazón... Y lo reconocen abiertamente en sus dichos.

En el diario "La Nación", de Argentina, el jefe de patrullas de Socorristas de Montaña de Argentina, Armando Párraga, ahora removido de su cargo, aseguró en conferencia de prensa que "cuando llegamos a la cima del cerro (Campanini) ya estaba muerto, por lo que se priorizó la vida de los demás andinistas, quienes tenían chances de sobrevivir".

Faltó mucha potencia, saber que se puede caminar con tormenta todo el día y toda la noche, y la siguiente... Que hay que poner al compañero entre dos, y avanzar muy lentamente... En la montaña hay que tomarse el tiempo; cuando un compañero tiene una baja de energía tan grande, uno debe disminuir los tiempos y acompañarlo; lo último que se puede hacer es arrastrarlo así como se ve en el video, y menos insultarlo.

Me han tocado situaciones muy similares en la montaña, incluso peores, con un compañero enérgico bajando de noche, varias horas, y yo sin un crampón, en el mismo Aconcagua, y en muchos otros trances, pero lo sacamos adelante con calma y energía. Campanini estaba consciente, podía moverse, y también podían hacer mucho más por él. ¿Qué hace la diferencia?

El I Ching, un libro de sabiduría chino, dice que ante el peligro el cobarde se precipita y que el valiente no. Y que la escuela es entrenar y poner al frente todos nuestros miedos.

Video en http://emoltv.emol.com/?id_emol=1669


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EMOL, 22-02-09.

Italianos que sobrevivieron al Aconcagua respaldan a rescatistas argentinos.

Los andinistas descartaron que haya habido alguna negligencia en el rescate en el que falleció el guía argentino Federico Campanini.

BUENOS AIRES.- Dos sobrevivientes de un trágico ascenso grupal al Aconcagua en enero, en el que murieron una andinista italiana y el guía argentino, respaldaron a los rescatistas que los salvaron y luego fueron cuestionados por su desempeño, según declaraciones publicadas hoy.

El episodio ocurrió entre el 6 y el 8 de enero pasado, cuando cuatro deportistas italianos y el guía fueron sorprendidos por una tormenta tras hacer cumbre en la mayor altura de América (6.959 metros) y se perdieron.

Después de pasar dos días a 25 grados bajo cero, la ayuda llegó, pero Elena Senin, de 38 años, ya había muerto.

El rescate, que movilizó a más de 50 personas, casi todas voluntarias, demandó localizar a los sobrevivientes, llevarlos nuevamente a la cumbre y descender por la ruta original. Eso salvó a los tres italianos pero fracasó para el guía, Federico Campanini, de 31 años.

La polémica se desató la semana pasada, cuando la familia del guía recibió una filmación de dos minutos en la que se lo ve ya sin fuerza para andar, con seis rescatistas exhaustos que poco lo ayudan, y que ahora son investigados por presunto "abandono de persona".

"Sí, lo vi (el video). Angustioso. Creo que los rescatistas argentinos hicieron todo lo que pudieron. Más era imposible. Federico estaba muy mal, no caminaba", afirmó Matteo Refrigerato, de 35 años, uno de los sobrevivientes, entrevistado por el diario "Clarín" en Italia.

Refrigerato asegura que no vio "ningún tipo de negligencia". "Los socorristas fueron profesionales, personas de alto nivel personal y humano, cálidos con nosotros. Los vi abrazarse y gritar, felices de habernos salvado", agregó.

Otro rescatado, Mirko Affasio, de 36 años, tuvo una opinión parecida en una reciente entrevista con el diario "Secolo XIX", de Génova.

La tercera sobreviviente fue Marina Attanasio, de 38 años. Una quinta integrante, Antonella Targa, de 50 años, se sintió mal en el ascenso y Campanini la mandó de regreso con un guía auxiliar.

Cinco personas han perdido la vida desde que a mediados de noviembre de 2008 comenzó la temporada de ascenso al Aconcagua.

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