miércoles, 18 de noviembre de 2009

Los beneficios del consumo de huevo rompen con su mala fama.


Por Cristián M. González S.

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Pese a ser un alimento con múltiples proteínas y vitaminas, el huevo aún tiene mala fama. Una que comenzó en los años 80, cuando se transformó en un ícono del alto contenido de colesterol con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Pero el tiempo y la ciencia han comenzado a hacer justicia. "En los últimos 20 años no hay estudios que muestren una relación entre la cantidad de huevo que se consume y el riesgo cardíaco. En cambio, sí hay unas 15 investigaciones que muestran lo contrario", enfatiza el doctor Donald McNamara.

Autor de más de 150 publicaciones sobre el tema, McNamara es una autoridad a nivel mundial en torno al huevo. Durante muchos años fue director ejecutivo del Centro de Nutrición del Huevo, en EE.UU., desde donde se encargó de desarrollar investigaciones que demostraran los beneficios de su consumo.

Ahora está en Santiago participando en el XV Congreso Latinoamericano de Nutrición, en donde presentó parte de esa evidencia: además de rico, el huevo tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, anticancerígenas e inmunológicas.

"Los huevos son nutritivos, tienen minerales y vitaminas esenciales para el desarrollo infantil y para un envejecimiento saludable".

A eso se suma que tiene 70 calorías, algo similar al aporte de una fruta. La clara contiene proteínas de alta calidad (similares a la leche, carne y pescado) y vitaminas A, E, D y B.

En la yema, en tanto, predominan las grasas monoinsaturadas, beneficiosas para el organismo. Además, aporta colina, nutriente que ayuda al desarrollo de la función cerebral en el feto y el recién nacido. De allí que el huevo sea un alimento que no debe faltar en las mujeres embarazadas.

"En Chile, el consumo es bajo. En promedio tres huevos y medio por persona a la semana, mientras que en otros países se consume el doble. Para la mayoría de la población no hay problema en consumir un huevo diario", precisa el doctor Jaime Rozowski, nutriólogo de la Universidad Católica, centro que ha realizado estudios que confirman que el consumo diario de huevo no altera el colesterol en la sangre.

Incluso para aquellos que tienen problemas con sus niveles de colesterol en la sangre, el huevo no está prohibido: se puede consumir, pero en menor cantidad. "También pueden quitarle la yema, que contiene el colesterol, y así no dejan de recibir el aporte de la clara", dice el médico.

El huevo también posee luteína y otros antioxidantes que ayudan a prevenir las cataratas y la degeneración macular. "La luteína se ha asociado a un menor riesgo de cáncer de mama", precisa McNamara.

Otras investigaciones plantean que algunas de las proteínas del huevo tienen un efecto sobre la saciedad y, por tanto, el control del peso. "Un estudio en EE.UU. mostró que quienes comían huevo al desayuno lograron perder el doble de kilos en ocho semanas que aquellos que no lo consumieron".

Estudios en Francia concluyeron que el huevo enlentece el vaciado gástrico, por lo que el estómago permanece lleno por más tiempo.

No obstante, el doctor Rozowski precisa que aún es discutible su efecto sobre la saciedad.


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