lunes, 3 de noviembre de 2008

Zoología: los animales sienten la muerte de manera muy similar a los humanos.

EM., VyS., 01-11-08.

Hace algunas semanas, llamó la atención la imagen de una gorila que durante varios días rehusó desprenderse del cadáver de su hijo. ¿Sienten el duelo tal como nosotros?

NATALIE ANGIER.

Las notables fotos de Gana, una gorila de 11 años en el zoológico de Münster (Alemania), con su bebé muerto en brazos recorrieron el mundo hace algunas semanas.

Claudio, su hijo, murió a los 3 meses de edad de una falla cardíaca, pero durante varios días los médicos no pudieron verificar esto debido a que Gana se negaba a entregar su cadáver a los vigilantes.

El hecho provocó admiración y compasión entre los observadores humanos, y comentarios como: "¿ves que los gorilas, y probablemente muchos otros animales, están conscientes de su mortalidad y lamentan a sus muertos tal como nosotros?".

Las madres son así.

Nadie sabe qué emociones pasaron por la cabeza y el corazón de Gana mientras insistía en acurrucar y frotar los restos de su hijo. Pero los primatólogos saben esto: entre casi todas las especies de monos del mundo, una madre va a reaccionar de la manera en que lo hizo Gana: estrechando al pequeño contra su pecho y tratarlo como si estuviera vivo. Durante días, e incluso semanas, ella lo llevará consigo a todas partes y combatirá cualquier cosa que intente arrebatárselo.

"La única vez que fui atacada por los langures (monos de la India) fue cuando intenté inspeccionar el cadáver de un bebé", afirmó la primatóloga Sarah Hrdy. Sólo de manera gradual, va a permitir que aumente la distancia entre ella y la carcasa cada vez más retorcida.

Sí, somos muy parecidos a otros primates, particularmente a los grandes monos, con los cuales tenemos más de 98% de genes en común. Pero estas demostraciones de aparente pena maternal pueden revelar menos acerca de nuestra conciencia de la muerte que de nuestro impulso compartido de actuar como si ésta no existiera. La Dra. Hrdy, autora de "Madre Naturaleza" y del próximo "Madres y Otros", señaló que tenía sentido para una madre primate aferrarse a su bebé inmóvil y mantener sus esperanzas altas por un tiempo. "Si el bebé no estuviera muerto, sino que temporalmente en estado de coma, porque estaba enfermo o se cayó de un árbol, podría volver a la vida. Estamos hablando de primates que tienen nacimientos únicos después de largos períodos de gestación. Cada bebé representa una enorme inversión para la madre".

Los biólogos afirman que en todas partes en la naturaleza se encuentran ejemplos de animales comportándose como si estuvieran al menos vagamente conscientes de la brutal supremacía de la muerte. Michael Wilson, un profesor de Antropología en la Universidad de Minnesota que ha estudiado a los chimpancés en el sitio de investigación de Jane Goodall en Gombe (Tanzania), dijo que los chimpancés son "muy distintos de nosotros en términos de qué ellos entienden acerca de la muerte y de la diferencia entre los vivos y los muertos". Una madre va a intentar animar a su bebé, pero "cuando el infante se muestra demasiado decaído, ella lo va a tomar de un pie no más o lo arrojará sobre su espalda de manera casual", agregó Wilson.

Piedad filial.

Los chimpancés juveniles muestran signos de genuino dolor cuando su madre muere. En un caso famoso en Gombe, cuando murió una matriarca de la tropa llamada Flo (de más de 50 años), su hijo, Flint, estaba inconsolable. Flint tenía 8 años y se podría haber cuidado solo perfectamente, pero él había sido muy apegado a su madre y rehusó apartarse de su cuerpo. Después de un mes, el hijo también murió.

En todo caso, la mayoría de los chimpancés adultos raramente reacciona con mucho sentimentalismo por la muerte de otro adulto, expresó Wilson. Lo habitual es que los adultos enfermos o demasiado viejos se vayan al bosque a morir solos, y los que mueren acompañados a menudo lo hacen en las manos de otros adultos, los cuales "a veces se aseguran de que la víctima esté muerta y a veces no lo hacen", señaló Wilson.

"Si el bebé no estuviera muerto, sino temporalmente en estado de coma, podría volver a la vida. Estamos hablando de primates que tienen nacimientos únicos después de largos períodos de gestación. Cada bebé representa una enorme inversión para la madre".

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