domingo, 20 de diciembre de 2009

Mindfulness (meditación de conciencia plena): la nueva terapia contra la falta de deseo sexual.


RY, 15-12-09.

"Mindfulness" o Meditación de Conciencia Plena es una técnica budista ancestral que la doctora Lori Brotto aplica hace casi una década con mujeres que tienen poco deseo sexual. La psicóloga, experta en el tema, explica que se trata de una manera de crear un puente entre la mente y el cuerpo que permite a las pacientes volver a conectarse con los sentidos, a ordenar sus pensamientos y mantenerlos a cierta distancia.

Por Daniela Mohor W.

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"Ya no me interesa", "no siento lo que sentía antes", "mi mente tiene otras preocupaciones", "nunca tengo ganas": en su consulta del Centro de Medicina Sexual de la Universidad de British Columbia, en Vancouver, la doctora Lori Brotto escucha frases como éstas todos los días. Son frases que pronuncian mujeres de todas las edades, solteras, casadas, en relaciones de largo tiempo o más recientes, y emocionalmente cercanas a sus parejas.

-Estas mujeres dicen que pasan el día sin pensar en el sexo de la misma manera como solían hacerlo o como lo hacen sus parejas. Dicen que están preocupadas por otras cosas de la vida, por sus obligaciones y que en el momento de tener relaciones sexuales su mente corre entre una inquietud y otra. Y esto pasa con mujeres que tienen matrimonios felices -explica la doctora Brotto a Revista Ya desde Canadá.

Psicóloga clínica y académica del departamento de ginecología de la Universidad de British Columbia, Lori Brotto es conocida entre los terapeutas como una de las personas que más sabe a nivel internacional de lo que los expertos llaman el trastorno del deseo sexual hipoactivo de las mujeres. Al punto que la Asociación Psiquiátrica Americana le encargó actualizar los criterios de esa patología para la nueva versión del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders -conocido como D.S.M. y considerado como la Biblia de las enfermedades mentales- que será publicada en 2013.

En el centro en el que trabaja en Vancouver, la doctora Brotto lleva más de siete años investigando a mujeres que sufren de ese síndrome. No existen cifras exactas al respecto, pero algunos estudios indican que más del 40 por ciento de las mujeres dice tener poco deseo sexual en algunos momentos de su vida. El porcentaje disminuye a entre 5 y 15 por ciento para las mujeres que reportan vivir permanentemente con esa condición. Otras investigaciones sitúan la prevalencia en torno a un 30 por ciento. Lo cierto, dice Lori Brotto, es que representa la principal queja de las mujeres que consultan.

-La falta de deseo es un problema que vemos muy comúnmente en el ambiente clínico y aún no disponemos de muy buenos tratamientos para enfrentarlo -lamenta la especialista.

El multitasking (o multiplicidad de tareas) las perjudica, el mindfulness (o meditación de conciencia plena), las ayuda.

Contribuir a desarrollar tratamientos adecuados es una de las principales metas de la doctora Brotto. Por eso, en los últimos años, ella y su equipo han trabajado en la elaboración de una terapia especialmente diseñada para las pacientes con este problema. A través de las numerosas entrevistas que realizaron a mujeres con poco deseo, la especialista y su equipo se dieron cuenta de que existía un patrón que se repetía: todas o casi decían sentirse desconectadas del acto sexual, no lograban concentrarse en el momento, pensaban en las miles de preocupaciones que llenaban su día. Y esa tendencia se debería en gran parte al estilo de vida moderno, en el que el multitasking (o la multiplicidad de tareas) se ha convertido en un valor. El impacto de ese multitasking, asegura Brotto, ha sido nefasto sobre la sexualidad femenina porque mantiene la mente dispersa.

-Muchas actividades requieren ser el único foco de concentración y para ellas el multitasking es dañino. Más específicamente, pensar en la oficina o en la lista del supermercado mientras uno está teniendo relaciones sexuales puede llevar a distracciones e impedir responder sexualmente, tanto como lo impiden las emociones o expectativas negativas -escribieron la doctora Brotto y su colega Jane S.T. Woo en un artículo científico.

Recobrar esa capacidad de concentración exclusiva la llevó a desarrollar una novedosa terapia. El tratamiento se centra en torno al concepto de mindfulness (o meditación de conciencia plena), una técnica budista ancestral que la doctora integró a una terapia cognitiva.

-Se usa hace tiempo en otros tratamientos. Los ejercicios de mindfulness son parte central de los tratamientos para las personas con personalidad borderline y recuerdo que cuando yo trabajé con esos pacientes y me enteré de la existencia de estos ejercicios, pensé: "Esto tiene que ver exactamente con lo que dicen las mujeres con problemas sexuales, que dicen estar desconectadas, distraídas", y decidí probarlos en ellas -cuenta Lori Brotto.La técnica de mindfulness, explica la especialista, es "una manera crear un puente entre la mente y el cuerpo", y en ese sentido sirve para que la mente aprenda a notar cuando el cuerpo está excitado.

-Hemos visto, estudio tras estudio, que cuando llevamos las mujeres a un laboratorio para medir su excitación a nivel físico se registran niveles normales. Por lo tanto, éstos son casos de mujeres que no perciben las señales de excitación de su cuerpo y el mindfulness les ayuda a volver a hacer esa conexión.

En la práctica, los ejercicios que utilizan Lori Brotto y su equipo son sencillos y se enseñan en sesiones grupales. Uno de ellos consiste en pedirles a las mujeres que mientras se duchan presten particular atención a la sensación del agua sobre su piel, para luego describir lo que sienten, y que se enfoquen completamente en esa experiencia sin juzgarse o censurarse por lo que sienten. La doctora también trabaja entregándoles a las pacientes un grano de uva para que lo miren, lo toquen, lo saboreen y luego describan, nuevamente sin prejuicio, todas las sensaciones que eso les provoca. Además de ayudarles a centrar su mente sobre el momento presente, esta técnica les permite potenciar sus sentidos y ser más susceptibles de sentir placer.

Otro ejercicio que, según Brotto, ha dado resultados es el que llama "the thought stream" (la corriente de pensamiento) y que fue creado por el médico experto en mindfulness Jon Kabat-Zinn.

-Consiste en observar los numerosos pensamientos que pasan por la mente sin quedarse atrapados en su contenido. Se les enseña así a las mujeres a categorizar sus pensamientos y mantenerlos a cierta distancia -explica la experta.

El tratamiento desarrollado por Lori Brotto aún no es masivo. Sólo 200 mujeres se han sometido a él, en el marco de tres estudios científicos. Hoy, la doctora y su equipo están realizando un cuarto estudio en el que se compara la evolución de un grupo de mujeres sin tratamiento con otro de mujeres que adoptan el método de Brotto. La meta es confirmar la validez de los buenos resultados obtenidos en los estudios anteriores: la información científica recopilada indica que de manera general, las pacientes registraron una mejora en su deseo sexual, su capacidad de excitación y su satisfacción. A su vez, su nivel de angustia y de mal humor disminuyó.

"El sexo ya no es tan satisfactorio".

Lori Brotti llegó a investigar a mujeres con problemas sexuales casi por casualidad. Aún era estudiante cuando aceptó asistir a un profesor que estudiaba la libido de las ratas. Mientras preparaba su doctorado, se alejó de ese campo de investigación para dedicarse a los humanos. En los años que siguieron, trabajó con pacientes con trastorno de personalidad borderline y también tratando las dificultades que enfrentaban las pacientes para recobrar el deseo sexual después de haber sido operadas de un cáncer ginecológico.

Fue a principios de la década, sin embargo, que decidió abocarse exclusivamente al trastorno del deseo sexual hipoactivo.

-Mi interés específico por la falta de deseo comenzó cuando se aprobó el Viagra y se reconoció que se había hecho muy poca investigación sobre la sexualidad femenina, comparado con todo lo que se había investigado sobre la masculina -dice.

Aunque se hable hoy de la falta de deseo de las mujeres como de una "plaga" o de un fenómeno nuevo, según la psicóloga no se trata de un problema reciente. La mayor atención que se le ha dado, el interés del ambiente farmacéutico por crear remedios equivalentes al Viagra para las mujeres y lo menos dispuestas que están las personas a sentirse insatisfechas sexualmente son, según ella, las razones que han generado un aumento en las cifras.

¿Pero qué provoca esa falta de deseo?

Lori Brotto asegura que es muy difícil generalizar y que la mayoría de las veces se entremezclan múltiples factores, entre ellos el agotamiento que implican las exigencias de la vida moderna y los crecientes problemas de autoimagen de muchas mujeres.

-Diría que el sexo ya no es tan valioso y satisfactorio como lo era antes. Otras exigencias y obligaciones han ido ganando más espacio y las parejas caen en una rutina rígida, en la que no hablan de cómo cambiar o mejorar las cosas. Quizás estén usando estímulos equivocados o repetidos que ya no funcionan. La gente está cada vez más cansada y con tareas múltiples. A eso se suman, por supuesto, factores médicos que pueden interferir. La edad, el uso de algunos remedios y otros problemas de salud también pueden tener un costo a nivel sexual. Es muy complejo -dice la doctora.

El paso del tiempo en una relación también influye.

-Al principio de una relación, las otras prioridades de la vida no importan tanto. Pero cuando el misterio y la pasión ya no están y esas otras prioridades van ganando terreno, el sexo ya no es tan satisfactorio. Las mujeres terminan preguntándose: ¿Quiero tener relaciones o quiero dormir? ¿Quiero hacer el amor o mejor le dedico ese tiempo a otras tareas? Entonces no es sorprendente que no tengan ganas.

Las preguntas que aún no tienen respuestas.

A pesar de los buenos resultados de sus investigaciones, Lori Brotto insiste en que siguen existiendo muchas preguntas sin respuestas en el campo de la sexualidad femenina. ¿Por qué muchas mujeres van sintiendo menos deseo a medida que envejecen? ¿Cuántas mujeres nunca han sentido deseo y cuántas lo van perdiendo en el camino?

-No lo sabemos -dice la doctora Brotto-. No se han hecho estudios al respecto y falta información. Aunque en nuestra clínica diría que la mitad de las mujeres que vemos nunca han tenido deseo y la otra mitad adquirieron el trastorno más tarde en sus vidas.

Tampoco se sabe muy bien cómo definir lo normal de lo patológico, ya que cada pareja tiene sus ritmos y los parámetros de satisfacción sexual son muy subjetivos. En este contexto, una de las principales preocupaciones de Lori Brotto es no sobrepatologizar a las mujeres con poco deseo.

-Sabemos que menos de la mitad de las mujeres que dice tener poco deseo sexual no sufre por eso. Hay muchas mujeres que dicen que no tienen tanto deseo como antes, que no les interesa el sexo, pero que no les molesta y que no afecta su relación de pareja -explica.

De la misma manera, Brotto critica las normas actuales del D.M.S. (el manual de enfermedades mentales) por incluir en el trastorno de deseo sexual hipoactivo a las mujeres que no sienten ganas de tener relaciones en un inicio, pero que luego, al comenzar, responden adecuadamente y lo disfrutan.

-Hay muchas mujeres que funcionan con este deseo de respuesta (responsive desire), que es un deseo que aparece un poco después, y no queremos estigmatizarlas. Más bien hay que alentarlas a seguir siendo activas sexualmente y a encontrar maneras de provocar su deseo. Las que realmente necesitan tratamiento son el grupo más pequeño de mujeres, las que nunca sienten ganas de tener relaciones, pase lo que pase.

La doctora también invita a las mujeres a no caer en la trampa de los mitos en torno a la sexualidad: No sentir ganas de tener relaciones, dice, no significa necesariamente que uno tenga un problema sexual. Existen etapas en los ciclos vitales de la mujer en que se inhibe la libido. Eso es particularmente notorio durante el embarazo y el período posparto, pero también hay cambios hormonales más sutiles en otros momentos.

De la misma manera, agrega, no es cierto que sólo el sexo espontáneo sea sexo de calidad.

-Ambos son mitos absolutos: nosotros, al contrario, alentamos el sexo que no es espontáneo porque permite planear y eso crea un espacio para la anticipación. Así las mujeres pueden imaginarse cuando van a ser sexual, cómo se sentirán, lo que harán y eso puede favorecer el despliegue de fantasías. Imaginarse a uno mismo como una mujer sexual es muy importante para sentirse más segura sexualmente-dice la especialista. Y agrega: Pero aún nos falta para saber como tratar eficientemente la falta de deseo sexual.

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