miércoles, 20 de agosto de 2008

El cableado cerebral.

EM, lunes 8 de marzo de 2004.
Por Fernando Monckeberg Barros.

"A los tres años ya está decidido el futuro".

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Es durante los primeros tres años de vida cuando el medio ambiente imprime el límite de lo que más tarde podemos alcanzar, tanto en el desarrollo físico, como intelectual. Si el medio ambiente es lo suficientemente generoso, va a ser posible la expresión total de nuestras potencialidades genéticas. Por el contrario, si es adverso, en igual proporción se limitarán las expresiones de nuestros genes.

En esta edad el cerebro es muy plástico, de modo que mediante el ejercicio y aprendizaje, es posible desarrollar habilidades específicas sobresalientes, tanto físicas como intelectuales. Pero también es muy susceptible a los traumas emocionales (maltratos), y estímulos caóticos, pudiendo afectarse sus estructuras y funciones en forma permanente. Es durante los primeros tres años de vida (algunos lo extienden hasta los seis), cuando se realiza el proceso de "cableado cerebral", consistente en el establecimientos de conexiones entre las 100 mil millones de células cerebrales, mediante la extensión de miles de millones de interconexiones (sinapsis) necesarias para su funcionalidad como un todo. Hoy se sabe que el número y diversidad de conexiones que se establecen, dependen, más que de la genética, de la calidad y cantidad de estímulos provenientes del medio ambiente. Como éste es diferente para cada niño, el cableado del cerebro es también diferente, no habiendo dos cerebros iguales.

Es así que el abandono y la carencia de estimulación afectan seriamente el proceso de cableado y estructuración cerebral, reflejándose más tarde en una variedad de anormalidades, entre las que cabe destacar una significativa disminución de la capacidad intelectual. Ello ocurre frecuentemente en condiciones de pobreza crónica y distorsión de la estructura familiar. Durante esta etapa de gran aprendizaje, en que el niño comienza a explorar el mundo que lo rodea, se encuentra con un ambiente familiar gris y aplastante, que no estimula su imaginación ni exacerba su curiosidad. Es así como la limitación y calidad de la estimulación verbal, emocional y cognitiva, dañan la estructura cerebral. En esta etapa se requiere de variadas experiencias sensoriales, las que deben ser continuas, positivas, consistentes, predecibles y repetitivas. El mayor daño se produce por experiencias caóticas.

El potencial daño y su gravedad se pueden predecir con relativa precisión ya desde el momento de nacer, si se evalúa cada uno de los diversos factores adversos que estarán presentes en su entorno, como hijos no deseados, madres solteras menores de edad, bajo peso al nacer, baja escolaridad y bajo C.I. de los padres, ausencia del padre, inseguridad y desorden alimentario, pobreza extrema, cesantía, retraso en el crecimiento, violencia intrafamiliar, alcoholismo y drogadicción de los padres. Ellos se pueden evaluar por un simple cuestionario.

Conin, una corporación cuyo objetivo es la recuperación de estos niños, en su dilatada experiencia, ha podido evaluar el impacto de los diversos factores ambientales adversos, constatando que cuando la presencia de factores adversos es aditiva y además su acción se prolonga en el tiempo, pueden llegar a producir graves daños físicos e intelectuales, siendo muy difícil su recuperación. Según las estadísticas del Servicio de Salud, 25 mil niños menores de dos años, cada año, están bajo el impacto continuo de estos factores adversos. Considerando su número acumulativo anual, se puede concluir que constituyen un serio obstáculo para lograr el adecuado rendimiento del sistema educacional.

El abordar este problema requiere de un nuevo enfoque, que no sólo se restrinja a la recuperación de los daños, sino que además se oriente a la prevención de ellos. La implementación de la educación preescolar sin duda que ha sido un paso positivo, pero ello no basta, ya que el daño se ha producido en edades anteriores. Se requiere del diseño de un programa focalizado, con variedad de intervenciones según el tipo y gravedad de factores adversos a que puede estar sometido el niño, y que ellas se inicien ya a poco de nacer. Si no logramos contar con un recurso humano indemne, no serán posibles las metas de una educación moderna para todos, y con ello se alejarán nuestras esperanzas de alcanzar el desarrollo con igualdad de oportunidades.

martes, 12 de agosto de 2008

Adelgazar y controlar la presión reducen los infartos cerebrales.

EM, VyS, 09-08-08.

El infarto cerebral constituye la segunda causa de muerte en Chile.

Eliminar el llamado síndrome metabólico podría disminuir hasta en 35% la cantidad de accidentes cerebrovasculares.

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Cada 20 minutos un chileno sufre un accidente cerebrovascular (ACV). El 23% de los pacientes muere y parte importante de quienes sobreviven quedan severamente discapacitados o con secuelas de diferente intensidad, por lo que ésta es la primera causa de invalidez en el mundo.

Los factores que aumentan el riesgo son variados, pero cada vez hay más evidencia de que el síndrome metabólico es uno de los más relevantes.

Se trata de una constelación de trastornos que incluye presión arterial elevada, triglicéridos altos, bajo colesterol HDL o bueno, glicemia alta y una circunferencia de cintura que en los hombres exceda los 108 cm y en la mujer, los 88 cm. "Tener al menos tres de estos factores un poco alterados aumenta el riesgo de un ACV, incluso si no se tiene hipertensión, que se considera el mayor factor de riesgo", indica el doctor Ralph Sacco, director del Departamento de Neurología de la Universidad de Miami y coautor del estudio Northern Manhattan Stroke. Éste siguió por más de 6 años a 3.200 habitantes de Nueva York para determinar el riesgo de infarto cerebral de las personas con síndrome metabólico.

60% más de riesgo.

El estudio, publicado en enero pasado, demostró que "eliminar el síndrome metabólico resultaría en una baja de 19% de los ACV en general, en un 30% de reducción en las mujeres y en 35% entre la población hispana".

En Chile, cerca del 25% de la población sufre síndrome metabólico. Para ellos, el riesgo de sufrir un ACV es hasta 60% más alto que para la población general, dice Sacco, quien visitó Chile invitado al Congreso Internacional de Neurovascular, organizado por la Clínica Dávila y la Universidad de los Andes.

"Para Chile el síndrome metabólico es un nuevo factor de riesgo, porque en ciertas poblaciones -como mujeres de sectores rurales de la Región del Maule- tenemos hasta 80% de las personas afectadas", advierte el doctor Pablo Lavados, neurólogo de la Clínica Alemana.

A esto se suma que el envejecimiento de la población y la epidemia de obesidad harán que el número de personas con ACV aumente en los próximos años.

A futuro, dice Sacco, se extenderá el uso de métodos que permitan clasificar a las personas según su riesgo alto, medio o bajo. Por ejemplo, tests de sangre para detectar marcadores de inflamación como la enzima fosfolipasa A2 asociada a lipoproteína y la proteína C reactiva de alta sensibilidad. A más largo plazo, el análisis genético también será una alternativa de detección de riesgo.

"Al detectar a personas con riesgo medio de un ACV podremos seguirlas más de cerca e indicar tratamientos más agresivos para bajar su colesterol y presión arterial".

Sin embargo, añade, eso no restará importancia a los pilares de la prevención: "El primero es bajar de peso. También hacer ejercicio, seguir una dieta saludable, no fumar y beber moderadamente". A esto se suma mantener bajo control la hipertensión, la diabetes y el colesterol. "Si nos preocupamos de estos factores, podemos reducir el riesgo de un ACV en cerca de 50%", concluye.

DR. RALPH SACCO, Neurólogo: "Es posible que si la epidemia de obesidad continúa, veamos gente teniendo infartos cerebrales a edades más tempranas".

Salud física y mental: manejar el estrés y las emociones negativas ayuda a prevenir distintas enfermedades.

EM, VyS, 09-08-08.

Altos niveles de ansiedad y estrés se han asociado a problemas alérgicos, de la piel, del sistema cardiovascular, a patologías neurológicas e incluso cáncer.

Cristián González.

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Se estima que un tercio de los chilenos que consultan en salud primaria por algún dolor físico -de espalda, cabeza o músculo-esqueléticos- tienen detrás algún trastorno emocional que está causando la molestia. Y si bien es difícil establecer una causalidad directa, cada vez hay más pruebas de que el estrés, la depresión y los estados ansiosos, así como la falta de redes sociales y afectivas, están aumentando el riesgo de enfermarse.

"Hay evidencias de la relación entre el estrés y las enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, y también con infecciones de tipo viral. Además, es claro el vínculo entre estrés y enfermedades cardiovasculares", dice el doctor Daniel Pacheco, médico internista de la Clínica Santa María.

El estudio Interheart, por ejemplo, hecho en 2007 en siete países latinoamericanos -incluido Chile-, muestra que el estrés permanente aumenta dos veces el riesgo de infarto en la mujer y tres veces en el hombre.

Asimismo, enfermedades infecciosas, alérgicas y neurológicas son algunas de las consecuencias del desequilibrio que la angustia y el estrés provocan sobre el sistema inmune, el que reacciona atacando al propio cuerpo o favoreciendo el desarrollo de estas patologías.

Más vulnerables.

Los factores psicológicos y de la calidad de vida también se han asociado con el surgimiento de algunos cánceres. "Pero éste es un tema más controversial. No está tan claro", dice Pacheco.

El inmunólogo Fernando Morgado, autor del libro "De fantasmas y demonios", reconoce que se requieren estudios más precisos al respecto, pero es uno de los convencidos del vínculo entre emociones y tumores.

"El cuerpo humano está preparado para destruir las células cancerosas mediante las células llamadas 'natural killers' (NK, o asesinas)", precisa.

Las NK son células encargadas de destruir cualquier célula anormal que surja en el cuerpo. Por eso, junto a los linfocitos T y linfocitos B forman parte del sistema inmune.

"Está experimentalmente comprobado que situaciones de estrés agudo o sostenido disminuyen las NK, haciéndote más vulnerable a infecciones o al desarrollo de algún cáncer. En el de mama está absolutamente comprobado", agrega el médico, quien abordó el tema en el seminario "El poder de las emociones", realizado el jueves.

En personas con cáncer se ha visto que, por lo general, antes de enfermarse han pasado por un período de estrés prolongado o han tenido patologías menos graves, como colon irritable, jaquecas o lumbago.

Algo no está bien.

Para escribir el libro "Yo (no) quiero tener cáncer", la psico-oncóloga Jennifer Middleton examinó las fichas de más de mil pacientes, y reconoció haber visto como denominador común aspectos como duelos no elaborados y rabias no expresadas, además de un menor entusiasmo general en esas personas.

Con las enfermedades autoinmunes, en las que el organismo produce anticuerpos contra sí mismo, pasa algo similar, advierte el doctor Morgado: "Es como un intento de suicidio biológico; el cuerpo se ataca, pero como una forma de señalar que algo no está bien".

En otras palabras, lo que está pidiendo es un cambio en el estilo de vida, lo que puede ir desde adoptar una alimentación más sana hasta descansar más o dejar de hacer cosas que generan tensión. "Tratar de ser feliz, aunque cueste", dice Morgado.

De hecho, las endorfinas que se liberan en estados de felicidad o cuando se hace ejercicio contribuyen a evitar el deterioro orgánico y a reforzar el sistema inmune. Y cuando la enfermedad ya está presente, la recomendación es no resignarse y ser optimista. "Y dar la pelea", dice el doctor Morgado.

"Una emoción que se ha demostrado que aumenta las células NK es la rabia; entonces, si tienes un cáncer, por ejemplo, enrábiate contra él. Canaliza esa emoción para salir adelante y superar la enfermedad".

Satisfacción y bienestar.

Un estudio dado a conocer en marzo por la Clínica Las Condes y Adimark aporta antecedentes locales al vínculo entre factores psicológicos y la salud de las personas.

Según la encuesta, realizada a 410 adultos, hombres y mujeres, en Santiago, el 87% de las personas que reportan un buen estado de salud se sienten satisfechas con su vida y sólo el 1,1% se siente insatisfecho. Por el contrario, el 38% de los que dicen sufrir ya sea tanto problemas físicos como emocionales está insatisfecho con su vida, y sólo el 26% está satisfecho.

Sus autores plantean que factores como la autoestima, el optimismo y la contención familiar se asocian a un mejor estado de salud.

OPTIMISMO: estudios extranjeros muestran que las personas optimistas tienen mejor calidad de vida, menos estrés y se enferman menos.

jueves, 7 de agosto de 2008

Infusiones, semillas, frutas y cacao ayudan a proteger la salud cardiovascular.

EM, VyS, 07-08-08.

Cuidar el bienestar del corazón puede ser una sabrosa experiencia si se recurre a una amplia variedad de alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos.

Paula Leighton.

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Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Chile. Sin embargo, algunas conductas simples tienen un alto impacto en su prevención o en la reducción de su impacto. Una de ellas es una alimentación balanceada, que contenga todos los nutrientes esenciales, incluyendo antioxidantes y ácidos grasos como los omega 3. Varios estudios revelan cuáles son los productos cuyo consumo en forma natural puede ser altamente beneficioso para la salud cardiovascular.

Té.

El té, ya sea negro, verde o rojo, reduce el riesgo cardiovascular debido a su alto contenido de flavonoides. Entre sus beneficios, esta bebida atenúa el proceso inflamatorio en la aterosclerosis, reduce la trombosis y promueve la función endotelial normal.

Mediciones del Laboratorio de Antioxidantes de la U. Católica, mostraron que entre diversos jugos, néctares, té, bebidas y aguas minerales que se venden en supermercados del país, la mayor capacidad antioxidante la tiene el té en bolsita, preparando una infusión durante 3 a 4 minutos con el agua a punto de hervir. Una de las unidades para medir la capacidad antioxidante de un alimento es el orac. "Una dieta mediterránea aporta cerca de 12 mil oracs al día, y el mínimo necesario para una persona es 5 mil diarios. En el caso del té, una taza aporta 2.832 oracs , es decir, más de la mitad del requerimiento mínimo", dice el doctor Federico Leighton, director del Laboratorio de Antioxidantes.

Pero cuidado, un estudio publicado el año pasado en el "European Heart Journal" advierte que el efecto protector del té se diluye por completo si a éste se le agrega leche.

Chocolate.

Desde el siglo XVIII se conocen los beneficios del cacao para el corazón. Sin embargo, hace mucho menos se sabe que la razón es su alto contenido del flavonoide flavan-3-ols, que contribuye a bajar la presión arterial, mejora la circulación de óxido nítrico (un vasodilatador) y la función endotelial, "que suele afectarse con el consumo de cigarrillos, el colesterol alto y la hipertensión", señala Leighton. Pero no cualquier chocolate es bueno. "Debe ser bitter, con más de 70% de cacao", dice la nutricionista Carolina Chica, de la Unidad de Enfermedades Cardiovasculares de la U. Católica.

Maqui y arándanos.

El maqui, los arándanos, la granada, los "blueberries" y el noni son algunos frutos con alto contenido de antioxidantes. Su virtud es que mejoran la función endotelial e inhiben la producción de radicales libres, que contribuyen al envejecimiento celular. La delantera, sin embargo, la lleva el maqui (Aristotelia chilensis), fruto autóctono del sur de Chile que su contenido antioxidante es de 4 a 30 veces mayor que los mencionados berries y frutas.

"Una cucharada sopera de extracto de maqui aporta 2.500 oracs", dice Manuel de la Vega, gerente de Valles del Sur, empresa chilena que hace algunas semanas lanzó en Estados Unidos un bebestible concentrado y un polvo de maqui. El potencial de este fruto, que también se extiende al saúco y al calafate, está recién comenzando a explotarse a nivel comercial.

Pescados grasos.

Comer pescados grasos, como el salmón, el atún o las sardinas aporta ácidos grasos omega 3. Según la Asociación Americana del Corazón, éstos contribuyen a reducir el riesgo de arritmias, bajan los niveles de triglicéridos y retardan la acumulación de placas de grasa en las arterias, entre otros beneficios. "Lo aconsejable es comer al menos dos porciones semanales de este tipo de pescado", dice Carolina Chica.

Semillas.

La chía y la linaza son dos semillas ricas en omega 3 de origen vegetal y además, tienen un alto contenido de fibra, lo que ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos. A los pacientes diabéticos también los favorece porque ayudan a un mejor control de la glicemia.

En el caso de la chía (salvia hispánica), que en Chile se vende en cápsula o como semilla, un estudio del Hospital St. Michael's y de la Universidad de Toronto, en Canadá, demostró que en personas que consumieron 37 gr diarios por 12 días, se redujo su presión sistólica, aumentaron en 87% los niveles de omega 3 en la sangre, disminuyó en 21% la coagulación y se mantuvo un buen control glicémico y de lípidos en diabéticos tipo 2.

"Dos cucharadas soperas de semillas de chía aportan 5 g de omega 3. Éstas se pueden incorporar a cereales, yogurt, ensaladas y pastas, entre otras preparaciones", dice Sandra Gillot, gerente general de Functional Products Trading, que cultiva y vende semillas y cápsulas bajo el nombre Benexia.

Control gratuito.

Además de charlas y otras actividades, clínicas, hospitales y fundaciones están ofreciendo chequeo cardiovascular gratuito este mes. Esto incluye medición de colesterol y glicemia, de circunferencia abdominal, peso e índice de masa corporal.

Plaza de Armas: la Fundación de Cardiología de Chile y Bayer ofrecen chequeos de lunes a viernes, entre las 10:00 y 17:00 hrs. y sábados de 10:00 a 13:00 hrs. hasta el 31 de agosto.

Clínica Santa María: para mayores de 35 años de 8:30 a 12:30 hrs. (inscripciones: F: 461 3500, Santa María 0500).

Clínica Alemana: para mayores de 40 años, de lunes a viernes entre 11:00 y 19:00 hrs (Av. Vitacura 5951).

Hospital Clínico de la U. de Chile: hasta el 8 de agosto entre las 9:00 y 12:00 hrs. (Santos Dumont 999).

Hospital Militar: desde el 11 al 14 y del 25 al 29 de agosto (Av. Holanda 050).

Japonesas son las más longevas del mundo.

EM, VyS, 07-08-08.

Una dieta saludable y los lazos sociales explicarían su alta expectativa de vida.

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Las niñas japonesas nacidas el año pasado pueden llegar a vivir hasta los 86 años, lo que las convertiría en las más longevas del planeta, según un informe del Ministerio de Salud del país nipón. Los hombres nacidos en 2007, en cambio, pueden alcanzar los 79,2 años, lo que hace que sean los que más viven después de los de Islandia y Hong Kong.

Durante 23 años, las mujeres japonesas han encabezado las listas mundiales de longevidad, lo que según los investigadores se debe, entre otras cosas, a su dieta saludable y a estrictos lazos sociales.

Redes sociales.

El informe es la última muestra de que Japón está envejeciendo más rápido que ningún otro país y los datos del gobierno muestran que una décima parte de la población tiene 75 años o más. La proporción de quienes tienen 65 o más también parece que se doblará hasta un 40% hacia mediados de siglo.

"La gente se encuentra en diferentes ambientes sociales y está influida por varios factores y hábitos alimentarios, así que es difícil saber por qué viven más. Pero sin duda la mejora de las tecnologías médicas ayuda", dijo un portavoz del ministerio.

Japón ha mejorado su atención de salud para los tres males que más afectan a los ancianos: el cáncer, la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular.
El país cuenta también con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, lo que deja al gobierno ante el desafío de cómo afrontar el pago de las pensiones, cuidar de sus mayores y mantener la productividad.

viernes, 1 de agosto de 2008

Investigadores desarrollan píldoras capaces de imitar el efecto del ejercicio en el cuerpo.

EN, VyS, viernes 01 de agosto de 2008.

Queman calorías y aumentan la resistencia. Además podrían ser usadas en terapias para la obesidad, la diabetes y enfermedades neurológicas. “Pero el ejercicio no se puede manejar sólo desde ese punto de vista, también hay un efecto a nivel cardiovascular, respiratorio y hasta anímico que no se logra con una pastilla"

Ante potenciales abusos ya se desarrolló un test para detectar su uso en atletas que participarán en Beijing.

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Obtener los beneficios de la actividad física sin tener que mover un solo músculo es el sueño de todos los admiradores del menor esfuerzo. Eso es lo que precisamente ofrecen dos drogas desarrolladas por investigadores estadounidenses y cuyos resultados en ratones fueron dados a conocer ayer en la versión en línea de la revista "Cell".

Las ratas sedentarias a las que se les administró durante cuatro semanas uno de estos compuestos, quemaron más calorías y tuvieron menos grasa que los ratones sin tratar. Y puestas a prueba en una rueda de ejercicio, corrieron 44% más lejos y 23% más tiempo que los ratones del grupo de control.

Esta droga, llamada AICAR, fue creada por el equipo del doctor Ronald Evans, del Instituto Salk y del Instituto Médico Howard Hughes, en La Jolla, California. Ellos también estudiaron un segundo compuesto que aumenta la resistencia.

En un estudio en ratones sometidos a ejercicios, el compuesto GW1516 hizo que su esfuerzo rindiera más en términos de resistencia: después de un mes de tomar el fármaco y de ejercitarse, estos ratones podían correr un 68% más tiempo y 70% más lejos que los ratones que se ejercitaban pero no recibían la droga.

Pese a que ya se habla de "la píldora del ejercicio" o "la pastilla deportiva", la investigación "fue diseñada para identificar drogas que imiten los efectos de la actividad física con el fin de aplicarlas en enfermedades que se ven beneficiadas con el ejercicio, como la obesidad, la diabetes, la distrofia muscular y otros desórdenes neurológicos", explica a "El Mercurio" el doctor Vihang Narkar, uno de los autores.

Pruebas antidoping.

Los investigadores precisan que no está claro qué ocurrirá con estos compuestos en los seres humanos, ya que aún faltan estudios en animales más grandes antes de experimentar en el hombre.

Pese a ello, Evans y su equipo están conscientes de que las drogas pueden resultar irresistibles para los atletas profesionales que quieren ganar por cualquier medio. En vista de ese riesgo, tomaron contacto con la Agencia Mundial Antidoping (WADA) y están desarrollando un análisis para detectar la ingestión de los compuestos, en vista a los Juegos Olímpicos de Beijing, que se inician la próxima semana.

"Mientras que nosotros esperamos lograr con el medicamento un sustancial éxito para la salud, conlleva al mismo tiempo el peligro de su abuso, algo de lo que debemos estar conscientes", dijo el doctor Evans.

Esos son precisamente algunos de los aspectos que preocupan a otros especialistas. "Estas drogas -de las que hay muchas en estudio- actúan imitando el efecto metabólico del ejercicio. Pero el ejercicio no se puede manejar sólo desde ese punto de vista, también hay un efecto a nivel cardiovascular, respiratorio y hasta anímico que no se logra con una pastilla", opina la doctora Ximena Muñoz, nutrióloga del Centro de Medicina, Ejercicio, Deporte y Salud (MEDS).

"Es una línea de investigación interesante, pero aún faltan muchos años para ver qué pasa en humanos, y si es seguro usarlo".

El doctor Narkar explica que hasta ahora no han visto ningún efecto secundario en los estudios en ratas.

Ambas píldoras funcionan activando el gen PPAR-delta, que se activa de manera natural tras realizar ejercicio y que, además de quemar las grasas, fortalece los músculos.

Ratones maratonistas.

En un estudio anterior, en 2004, el equipo de Evans creó ratones "maratonistas", capaces de correr cubriendo una distancia el doble de lo normal y que eran resistentes al incremento de peso a pesar de ser alimentados con una dieta rica en grasas.

El secreto estaba en el gen PPAR-delta: los roedores fueron modificados genéticamente de modo que el PPAR-delta funcione a ritmos más sostenidos que lo normal.

Es decir se indujo a sus cuerpos a sacar energía sobre todo de las grasas, quemándolas, más que de los azúcares y desarrollar fibras musculares resistentes a la fatiga que pueden permanecer más tiempo bajo el esfuerzo, explican los autores.

Estos estudios sugieren que se podría evitar ganar peso con una dieta alta en grasas, lo que podría resultar útil para el tratamiento de la obesidad, comentó Evans. "Pero tendría que tomarse durante largo tiempo, de modo que habría que garantizar la salud de quien lo tome".

RENDIMIENTO.

Las ratas que recibieron una de estas drogas corrieron 44% más lejos y 23% más tiempo que aquellas que no recibieron nada.