EMOL, 11-10-15
Vistos como enfermedad, y no como una cualidad puramente estética, el sobrepeso y la obesidad son la afección más extendida y más letal en la historia de la humanidad. Según datos de la OMS, en el mundo un 39% de las personas adultas de 18 o más años tienen sobrepeso, y el 13% son obesas.
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El pasado 11 de octubre el planeta celebró el "Día Mundial del Combate Contra la Obesidad".
Y pasa que Chile es uno de los países más afectados por la epidemia de sobrepeso y obesidad en el mundo.
Según la última Encuesta Nacional de Salud 2009-2010, un 67% de los chilenos, es decir, cerca de 8.900.000 personas, tiene exceso de peso. De ellos, un 39,3% tiene sobrepeso, un 25,1% obesidad y un 2,3% obesidad mórbida. Y la obesidad ataca especialmente a nuestras mujeres: el 30,7% de la población femenina la padece, contra un 19,2% de los hombres.
¿Y los niños? Según el informe “Panorama de la Inseguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe” de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), un 10% de la población infantil en Chile tiene obesidad, lo que coloca a los niños chilenos como los segundos más obesos de la región. Datos consistentes con el último Simce de Educación Física de noviembre de 2012, que evaluó 25 mil alumnos de octavos básicos, arrojando que sólo un 48% de los niños, y apenas un 12% de las niñas, alcanzan un nivel satisfactorio en rendimiento muscular, flexibilidad y resistencia cardiorrespiratoria.
Según los especialistas, estos números vienen principalmente del sedentarismo y del alto consumo de alimentos procesados y envasados, de bebidas azucaradas y de pan.
¿Qué hacer ante este desalentador panorama? Para frenar la epidemia de obesidad infantil, la OMS recomienda una serie de medidas que es posible tomar en el hogar:
- Aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Reducir la ingesta total de grasas y sustituir las saturadas por insaturadas.
- Reducir la ingesta de azúcares.
- Realizar un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa, que sea adecuada para la fase de desarrollo y conste de actividades diversas.
Aunque lo que pasa en el hogar incide fuertemente en los índices de sobrepeso y obesidad, la OMS subraya que el tratamiento del problema debe tener un enfoque multidisciplinario, y que los colegios tienen mucho que aportar para corregir hábitos y conductas, porque es ahí donde los niños comparten durante gran parte del día.
"Se ha visto que la función cognoscitiva de los niños es influida por el estado nutricional y el ambiente psicosocial que enmarcan su crecimiento y desarrollo. Por lo tanto, un ambiente desfavorable, al igual que una alimentación inadecuada -sea por exceso o déficit de ciertos nutrientes- pueden impedir que un individuo logre su máximo potencial", explica Consuelo Muñoz, nutricionista y vocera de Fundación Banmédica.
"Ello no sólo incide negativamente sobre su desarrollo físico, sino que también lo hace en el desarrollo intelectual, el estado de alerta, los niveles de concentración y rapidez al pensar y, por ende, sobre el rendimiento escolar", advierte.
¿Qué pueden hacer en concreto los colegios? Según la especialista, algunas medidas que pueden implementar son:
- Asegurar que todos los alimentos que se ofrecen cumplan con un criterio saludable.
- Establecer lugares y tiempos para comer.
- Entregar constantemente a los alumnos mensajes sobre conductas nutricionales beneficiosas.
- Establecer instancias donde se pueda educar y motivar a los padres o responsables del cuidado de los niños, sobre la importancia de inculcar hábitos saludables.
A esto, la OMS agrega:
- Dictar clases diarias de educación física con actividades variadas adaptadas a las necesidades, intereses y capacidades del máximo número de estudiantes.
- Ofrecer actividades extracurriculares: deportes y programas no competitivos (por ejemplo, recreos activos).
- Alentar la utilización de medios de transporte no motorizados para acudir al colegio y a otras actividades sociales.
- Ofrecer acceso a los estudiantes y a la comunidad a instalaciones adecuadas para la práctica de actividades físicas.
- Alentar a los estudiantes, profesores, padres y demás miembros de la comunidad a que desarrollen actividades físicas.
El Índice de Masa Corporal
El IMC es un indicador de la relación entre el peso y la talla de una persona, y se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso. Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.
Aunque se ha objetado la utilidad de esta fórmula por no considerar características individuales como la contextura, el tipo de musculatura y otros aspectos, es el indicador que utiliza la OMS para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos, y detectar tempranamente la presencia de ambos desórdenes.
10 datos OMS sobre obesidad
1. El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
2. En 2008, más de 1.400 millones de adultos mostraban sobrepeso y más de 500 millones eran obesos.
3. En 2013, 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso.
4. En el ámbito mundial, el sobrepeso y la obesidad causan más muertes que la escasez de alimentos.
5. La obesidad suele ser el resultado de un desequilibrio entre las calorías ingeridas y las calorías gastadas.
6. El apoyo de la comunidad y del entorno son fundamentales para influir en las elecciones personales y evitar la obesidad.
7. Las elecciones de los niños, su dieta y el hábito de realizar actividades físicas dependen del entorno que les rodea.
8. Una dieta saludable puede contribuir a prevenir la obesidad.
9. La actividad física regular ayuda a mantener un cuerpo sano.
10. Para frenar la epidemia mundial de obesidad es necesaria una estrategia poblacional, multisectorial, multidisciplinaria y adaptada al entorno cultural.
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