lunes, 30 de junio de 2008

La ayuda ergogénica.

Por Mauricio Purto.

El límite entre la estimulación médico-fisiológica y el dopaje puede ser muy fino. El deportista debe evitar caer en la trampa.

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¿Dónde termina la potenciación ergogénica del deportista y comienza el dopaje? ¿Cuál es límite de la estimulación fisiológica antes de caer en la trampa?

Los deportistas y su equipo recurren a una serie de artilugios -más allá de su entrenamiento- para lograr la ansiada diferencia sobre sus rivales. El foco está en producir más energía biológica o con la misma energía producir más y mejor movimiento. En fin, se trata de hacer más eficiente "la máquina del cuerpo".

Y así entramos al terreno de los ergogénicos. Ergogénico significa "generador de trabajo", y se refiere a artilugios o sustancias, y otras tretas, incluidas en cinco diferentes categorías: mecánicos o biomecánicos, psicológicos, nutricionales, fisiológicos y farmacológicos.

Una zapatilla, un ortésico, un traje para nadar, una terapia nutricional o fármacos pueden ser ergogénicos. Y el término suele aplicarse con una connotación sana de la estimulación deportiva. Sin embargo, hay ergogénicos farmacológicos que son dopaje.

Los ergogénicos farmacológicos son sustancias que consumidas por el deportista prometen mejorar su condición física y psíquica, en pos de un aumento de su rendimiento atlético. ¿Dónde se va más allá con el aporte de sustancias nutritivas, vitamínicas o energéticas? ¿Dónde se detiene la estimulación médico-fisiológica para llegar a convertirse en dopaje? La línea es fina y se traspasa fácilmente.

Dependiendo de la calidad y de la cantidad de la sustancia detectada en un deportista, y del motivo de su consumo, éste puede ser considerado dopaje. Las normativas antidopaje persiguen castigar la trampa y proteger al deportista de potenciales efectos secundarios nocivos.

Las variedades.

A través de los años muchas drogas han sido usadas por los atletas, incluyendo estimulantes, como las anfetaminas, la cocaína y la cafeína; o depresores, como el alcohol o los beta bloqueadores; o los estimuladores del crecimiento de tejidos humanos, como los esteroides anabólicos, la hormona del crecimiento o la eritropoyetina; y agentes misceláneos, como los diuréticos.

Todas las sustancias mencionadas son potencialmente dañinas, y en eso la dosis hace al veneno. El uso sostenido de anabólicos, por ejemplo, puede causar infertilidad; y el de la cocaína genera psicosis y cardiopatías, como el caso del ex futbolista Diego Maradona. Y no sólo eso...

En estos últimos casos, el diagnóstico de dopaje es claro. Pero hay ergogénicos y "ergogénicos"... Hay una zona oscura, turbia, de sustancias nuevas indetectables. Un juego macabro, maquiavélico, de ganar a toda costa. Un juego donde unos elaboran nuevas sustancias y otros, los mecanismos para detectarlas. Para lograr un desfase, un tiempo de latencia... Y usarlas a discreción... Un juego donde la vida importa poco, y menos el honor.

Nutrición de invierno.

La dieta de los mayores debe ser variada, pero muy moderada.

Con una gran cantidad de verduras y frutas disponibles, ricas en antioxidantes y fibra, la dieta de invierno reúne todas las condiciones para ser una nutrición de alta calidad, muy sabrosa, variada, pero también equilibrada.

Lo importante es consumir alimentos de todos los tipos. Consuma al menos cinco porciones de frutas y verduras de todos los colores, pero siempre adaptándose a las necesidades del adulto mayor. Las zanahorias y el brócoli, por ejemplo, deben ser cocidos. Mientras que las espinacas pueden consumirse como sopa.

No se restrinja. Uno de los problemas de los adultos mayores es que sin una razón médica comienzan a restringir algunos alimentos. Ya sea porque se acostumbran a una dieta determinada o porque creen que padecen intolerancia a la lactosa, porque les cayó mal la leche una vez, o piensan que sufren acidez frente a algunos alimentos.

No habría razón para hacer estas restricciones, a no ser que un médico lo prescribiera. Lo recomendable es dar más variedad a las comidas para no caer en el mismo menú todos los días.

Aumente el consumo de pescados frescos, que en Chile tenemos una gran variedad, y prefiera las carnes blancas, como el pollo o el pavo, antes que las rojas, que tienen más grasas saturadas.

Si está cuidando su peso, no exagere las porciones. Media taza de arroz cocido es suficiente para acompañar un trozo de pollo o un filete de pescado.

Evite los embutidos que poseen mucha grasa y saque de su dieta las comidas preparadas, como las pizzas o las papas fritas.

Prefiera los aceites nutritivos como el de oliva, que ayudan a disminuir el colesterol, y restrinja considerablemente el consumo de sal. Para ello se puede disminuir el consumo de conservas, que poseen exceso de sodio.

Aumente el consumo de fibra. Idealmente el pan y el arroz deberían ser integrales. Incorpore, además, salvado de trigo.

Consuma al menos seis vasos de agua al día y aprenda a moderar el té y el café. Mientras que el vino está permitido, pero con moderación. Se recomiendan no más de dos copas de vino tinto al día para los hombres y una para las damas para tener una positiva incidencia en la salud cardiovascular.

De postre, prefiera las frutas, que son más nutritivas. Las naranjas y mandarinas son una buena fuente de vitamina C, mientras que los kiwis también tienen esa vitamina, pero además ayudan a provocar el movimiento intestinal, por lo que son un buen laxante.

La edad no es impedimento para seguir la senda de las artes marciales.

Aprender disciplinas orientales como karate, tai chi, judo o aikido ayuda a los mayores a conservar su fortaleza física y mental.

Carolina Disegni Gili.

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Disciplina, control de los movimientos, respeto por los demás y por la naturaleza son algunos postulados filosóficos de la práctica de las artes marciales, un estilo de vida cuyo aprendizaje también puede adquirirse en la adultez mayor.

De hecho un nuevo estudio de la U. de California en Los Ángeles concluyó recientemente que la práctica del tai chi, en las personas de edad avanzada, facilita un descanso reconfortante disminuyendo los problemas de insomnio.

"Las dificultades para dormir son uno de los problemas más comunes en la adultez mayor, lo que podría superarse con la práctica del tai chi", declaró Michael Irwin, director del Centro de Psiconeuroinmunología de la UCLA y autor del estudio.

La misma percepción comparte Alberto Prado (62), instructor de tai chi del club Vitamayor. "Los ejercicios también ayudan a recuperar el equilibrio, alejando el riesgo de caídas y posibilitan un estado de meditación interna, que llevan al practicante a obtener una agradable sensación de armonía y plenitud con el entorno".

Un efecto similar también puede conseguirse con la práctica de otras disciplinas orientales, como judo, karate, kung fu y aikido.

Para el doctor Pedro Paulo Marín, jefe del Departamento de Geriatría de la UC, las artes marciales son un buen ejercicio para los mayores, siempre que no existan contraindicaciones y se realice un buen precalentamiento para evitar lesiones musculares.

"Todo ejercicio que aumente la fuerza muscular de las piernas es útil para evitar caídas y fracturas y mejorar el balance del cuerpo", señala.

El sensei Mario Casassus (80), 4º dan de judo, explica que se puede aprender la disciplina a cualquier edad. El único requisito es no tener un impedimento físico o una lesión articular.

"Se va avanzando gradualmente, no se exige más de lo que la persona puede dar y se respeta mucho el ritmo de cada individuo", señala.

Para los adultos mayores, recalca que puede ser útil aprender a caer con técnica. "Enseñamos a controlar la caída para no lastimarse demasiado".

Para el sensei Roberto Fernández de la Reguera, 9º dan de karate do estilo ken shin kan, la práctica del karate ayuda a mejorar el trabajo cardiovascular y la circulación sanguínea. "A los mayores les enseñamos ejercicios respiratorios para que se relajen, tomen más conciencia de su cuerpo y sus movimientos y mejoren su coordinación".

Según explica, a los mayores se les exige menos y con ellos no se realizan ejercicios de rebote, saltos ni se insiste en el trabajo de elongación o potencia de piernas. Y, cuando es necesario, las prácticas son en forma individual.

Fernando Méndez (60) empezó a practicar karate hace tres meses. "Me siento mejor, más movedizo y se me quita el frío con más facilidad. Además, he notado que estoy de mejor ánimo y con más energía".

Derribando mitos.

Muchas personas piensan que las artes marciales son violentas. Sin embargo, según sus cultores, se respeta mucho al adversario y están totalmente prohibidos los golpes fuertes. También se cree que su práctica está reservada para los varones. Sin embargo, esa creencia la derriba la sensei Liliane Pierron (79), 3º dan de karate, con más de 30 años de experiencia en la enseñanza del estilo kyokushin kaikan.

"Nadie está imposibilitado de aprender karate. Yo empecé a los 47 y lo recomiendo porque cuando empieza la edad de jubilar muchos dejan estar la parte física y así el espíritu se deprime".

Una visión similar tiene el sensei Manuel Díaz, 4º dan de aikido. "Buscamos conectarnos con una energía interna que denominamos ki o chi, que puede ser muy sanadora y que en los adultos mayores, que practican con jóvenes, ayuda a despertar un estado de vitalidad".

Algunos seguidores.

Lily Schneider (62) tai chi: "A mis nietos les enseño a controlar la respiración y a movilizar su energía. Les fascina".

Esteban Siques (75) Cinta café en judo: "Me ayuda a conservar la salud y a respetar al otro. No se pueden dar golpes fuertes".

Liliane Pierron (79) 3er dan karate: "El karate me hace mantenerme con un espíritu joven porque estoy en contacto con la juventud".

Pedro Paulo Marín, Geriatría UC: "Las artes marciales son un buen ejercicio para los mayores, mientras se practiquen a una intensidad menor y cuidando el riesgo de caídas y lesiones".

jueves, 26 de junio de 2008

A ser político también se aprende.

Sábado 21 de junio de 2008.
Isidora Mena.

La ignorancia en política nos tiene preocupados a los chilenos al ver hoy a estudiantes, adultos y clase política intentar resolver sus desacuerdos. "La política es la preocupación por el bien común, la búsqueda de consensos, la concreción de los ideales y la participación en ellos", explica Felipe Berríos (Todo comenzó en Curanilahue..., 2006, pp 75) . Aprender a ejercer políticamente implica aprender un pensar complejo, sistémico, histórico. Saber leer comprensivamente. Saber ver la otredad, tomar perspectiva, empatizar, reconocer y modular las emociones; construir acuerdos, respetarlos; ser equipo, conciliar, argumentar.

La matriz educacional de los ciudadanos que tejemos las familias, los colegios, los medios de comunicación, las leyes e iglesias puede ser pobre y débil, afectando la construcción de la sociedad. Podemos mejorarla en Chile, inspirándonos en el sociólogo, filósofo y pensador de la educación Edgar Morin, quien estuvo de visita en el país la semana pasada.

Invitado a la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica, nos advirtió del peligro de los ciudadanos que no aprenden, y la necesidad de enfocar adecuadamente la enseñanza.

Peligroso es que, por ignorancia, desconozcamos la degradación de la biosfera donde vivimos (o produzcamos malas gestiones, incapaces de convivir, resolver conflictos, ponernos de acuerdo, organizarnos). El filósofo francés explica que para lograr aprendizaje hay que enfocar a las personas, su identidad y conciencia. Expandir la conciencia integrando las disciplinas -en un pensamiento complejo- al enfrentamiento de los problemas de la vida de las personas en sus contextos.

Chile necesita escuelas organizadas para que aprendan las personas. La investigación internacional y nacional refrenda a Morin: las escuelas organizadas con el foco en las personas y su aprendizaje para la complejidad de la vida son las que mejor rendimiento logran (Zins, J. Weissberg, R. Wang, M. C. & Walberg, H., 200., Building School Success on Social Emotional Learning. NY; Raczynski, D. y Muñoz, G., 2005. Efectividad escolar y cambio educativo en condiciones de pobreza en Chile).

Cambiar de idioma cambia la personalidad.

EM, VyS 26-06-08.

La autopercepción es distinta si se habla en inglés a que si se hace en español.

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La gente que es bicultural y habla dos idiomas puede inconscientemente modificar su personalidad cuando cambia de lenguaje. Investigadores de la University of Wisconsin-Milwaukee estudiaron a mujeres hispánicas, todas bilingües, pero con niveles variados de identificación cultural. Y descubrieron cambios significativos en la autopercepción en las participantes biculturales, mujeres que participan tanto de la cultura latina como la anglosajona.

"El idioma puede ser una indicación que activa diferentes marcos específicamente culturales", dijeron los investigadores en el Journal of Consumer Research.

Mientras que ya antes se ha estudiado el cambio de marco, agregaron que esta investigación reveló que la gente que es bicultural cambia de marcos más rápida y fácilmente que la gente que es bilingüe, pero que vive en una cultura.

Los investigadores indicaron que las mujeres se clasificaron a sí mismas como más firmes cuando hablaban en español que cuando hablaban en inglés.

"En las sesiones en idioma español, los informantes percibieron a las mujeres como más autosuficientes y extrovertidas", dijeron.

En uno de los estudios, un grupo de mujeres hispánicas estadounidenses bilingües vieron anuncios publicitarios que exhibían a mujeres en diferentes escenarios. Las participantes vieron los anuncios en un idioma, inglés o español, y luego, seis meses después, volvieron a verlos en el otro lenguaje.

Sus percepciones de sí mismas y de las mujeres en los anuncios cambiaron dependiendo del idioma.

"Una de las consultadas, por ejemplo, consideró al personaje principal de un anuncio como una mujer independiente y arriesgada en la versión en español, pero como desesperanzada, solitaria y confundida en la versión en inglés", concluyeron los investigadores.

miércoles, 25 de junio de 2008

Zapatos de taco, malos hábitos y algunas enfermedades son enemigos de los pies.

EM, VyS, martes 24 de junio de 2008.

Las amenazas van desde dolor hasta juanetes y pie diabético.

El riesgo de deformaciones óseas, infecciones y problemas circulatorios se pueden reducir tomando algunas medidas.

Paula Leighton N.

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A lo largo de su vida una persona promedio camina el equivalente a dar tres veces la vuelta al mundo.

Semejante proeza de los pies, a la larga puede ir causando molestias, dolor y deformaciones que incluso pueden derivar en pérdida de dedos o amputaciones si a los malos hábitos se suman enfermedades como diabetes o problemas vasculares.

Y si bien algunos trastornos son inevitables, es posible estar atento y tomar medidas para reducir su impacto.

Un artículo en "The New York Times" sugiere algunas preguntas que pueden ayudar a evaluar su riesgo:

¿Tiene sobrepeso?

La fuerza que soportan los pies equivale a 120% el peso corporal. "La obesidad somete a un enorme estrés todas las estructuras de soporte del pie", dice al "New York Times" el doctor Bart Gastwirth, de la U. de Chicago. Esto puede causar fascitis plantar -una inflamación en el tejido que conecta el hueso del talón con los dedos del pie-, dolor de talones y empeoramiento de algunas deformaciones en los dedos.

¿Tiene mala circulación?

"Hipertensión, tabaco, diabetes y sobrepeso pueden causar ateroesclerosis, lo que va tapando las arterias. Cuando esto se prolonga en el tiempo, se interrumpe la circulación hacia las extremidades, lo que puede incluso provocar la pérdida de dedos", dice el doctor Leopoldo Mariné, cirujano vascular de la U. Católica.

Las enfermedades reumatológicas también pueden causar compromiso arterial.

La primera señal de una mala irrigación hacia los pies es la llamada claudicación intermitente: un dolor muscular intenso a nivel de la pantorrilla o del muslo, durante un paseo o tras un ejercicio físico leve y que se debe a la falta de oxigenación de los músculos de las piernas.

¿Tiene jaqueca?

Las personas que consumen de forma frecuente analgésicos con ergotaminas deben tener precaución, advierte el doctor Mariné. Esto porque dicho compuesto actúa provocando una contricción o reducción del diámetro de las arterias, incluyendo las que irrigan los pies. "En casos extremos, este efecto puede causar lesiones y la pérdida de dedos".

¿Sufre diabetes?

Los diabéticos no sólo tienen problemas de circulación. También hay un daño neuropático que les hace perder sensibilidad en los pies, por lo que no perciben dolor si tienen alguna herida o lesión en la piel. "Sus heridas se infectan más rápido y pueden profundizarse, por lo que es fundamental que se revisen los pies a diario con un espejo y eviten calzado apretado", dice Mariné.

Alejandro Iribarren, presidente de la Sociedad Chilena de Podología Clínica agrega que "en los protocolos de prevención del pie diabético está normado que acudan cada 30 días al podólogo, pues ellos no pueden cortarse las uñas ni efectuar ningún tipo de intervención, debido a que su sensibilidad está alterada".¿Hay juanetes en su familia?

La aparición de juanetes tiene un componente genético. Si éstos son discretos y no duelen se puede convivir con ellos sin problemas. "Pero los zapatos de taco y la falta de ejercicio pueden hacer que éstos aparezcan más rápido y con síntomas más severos", advierte el doctor Sergio Fernández, traumatólogo de la Clínica Santa María.

¿Usa tacos altos?

Los zapatos de taco alto y los puntiagudos no son amigos de los pies. Además de acentuar los problemas de juanete, son la principal causa de pie plano anterior y de "dedos en garra", advierte el doctor Fernández. "En este caso, los dedos se recogen y se hacen prominentes hacia arriba, provocando dolor y heridas por roce con el zapato". Al principio se puede corregir con plantilla y calzado adecuado, pero si no se previene, con el tiempo los dedos se rigidizan y sólo es posible corregirlos con cirugía.

Si usa tacos, éstos no debieran tener más de 5 cm de altura. Al sacárselos póngase calzado amplio y bajo y practique actividades de elongación, incluyendo tenis y natación, dice Fernández.

¿Ha visitado a un podólogo?

"Se recomienda ir al podólogo al menos una vez cada 60 días para que éste efectúe una evaluación del pie, remueva durezas, corte de uñas y si detecta alguna patología del pie, sugiera consultar con un dermatólogo, traumatólogo u otro médico", dice Iribarren. A diferencia de los pedicuros, que se preocupan de la estética del pie sano, los podólogos están registrados en el Ministerio de Salud como profesión paramédica y están capacitados para hacer tratamientos en los pies y educación sanitaria, dice el especialista.

Talco y uñas.

El cuidado diario de los pies es clave para mantener los pies sanos.

Tras ducharse hay que secarlos cuidadosamente, en especial entre los dedos, para evitar la humedad y consiguiente infección por hongos. Si usa talco, "éste se debe aplicar sin espolvorearlo, sino frotando y esparciendo con suaves masajes hasta lograr la perfecta absorción. De no ser así, también constituye un factor predisponente para la proliferación de hongos", dice Alejandro Iribarren.

El podólogo agrega que el corte correcto de las uñas depende de la forma del dedo, "pero en general, debe ser recto y luego pulir los bordes con una lima de cartón para evitar posibles uñas encarnadas".

MECÁNICA: Cada pie tiene 26 huesos (19 de ellos en los dedos), 33 articulaciones y más de 100 ligamentos.