EM, 15-04-08.
Según estudio de la U. de Cambridge, una alta testosterona aumenta la confianza, pero mucha trae riesgos.
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En estos tiempos de crisis, los inversores en mercados de valores no sólo deben tener en cuenta los indicadores económicos, sino también los niveles de dos hormonas, la testosterona y el cortisol, presentes en los corredores de bolsa. Así se desprende de un estudio británico difundido ayer en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences" (PNAS).
Las decisiones de los corredores de bolsa, que tienen importantes efectos en el mercado, "podrían estar influidas por factores emocionales y hormonales que hasta ahora no han sido tenidos en cuenta", dice el profesor Joe Herbert, del Cambridge Center for Brain Repair.
No al exceso.
Investigadores de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, estudiaron durante ocho días a 17 corredores de bolsa masculinos en Londres y llegaron a la conclusión de que aquellos que tenían un elevado índice de testosterona por la mañana recogían beneficios por encima de la media durante el día.
Los científicos afirman que esto podría deberse a que la testosterona, una hormona esteroide producida por el organismo y propia del género masculino, aumenta la confianza y el apetito por el riesgo. Eso sí, demasiada testosterona puede tener un efecto negativo en la habilidad de evaluar los riesgos de forma racional, dice el estudio.
Los científicos también midieron en la saliva de los agentes de bolsa los índices de cortisol, una hormona que desempeña un papel en la respuesta humana al estrés, y comprobaron que tiende a aumentar con la volatilidad del mercado y las perspectivas de hacer beneficios. Pero un nivel demasiado alto de cortisol produce el efecto contrario a la testosterona y lleva a los inversores a ser más precavidos.
Según estudio de la U. de Cambridge, una alta testosterona aumenta la confianza, pero mucha trae riesgos.
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En estos tiempos de crisis, los inversores en mercados de valores no sólo deben tener en cuenta los indicadores económicos, sino también los niveles de dos hormonas, la testosterona y el cortisol, presentes en los corredores de bolsa. Así se desprende de un estudio británico difundido ayer en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences" (PNAS).
Las decisiones de los corredores de bolsa, que tienen importantes efectos en el mercado, "podrían estar influidas por factores emocionales y hormonales que hasta ahora no han sido tenidos en cuenta", dice el profesor Joe Herbert, del Cambridge Center for Brain Repair.
No al exceso.
Investigadores de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, estudiaron durante ocho días a 17 corredores de bolsa masculinos en Londres y llegaron a la conclusión de que aquellos que tenían un elevado índice de testosterona por la mañana recogían beneficios por encima de la media durante el día.
Los científicos afirman que esto podría deberse a que la testosterona, una hormona esteroide producida por el organismo y propia del género masculino, aumenta la confianza y el apetito por el riesgo. Eso sí, demasiada testosterona puede tener un efecto negativo en la habilidad de evaluar los riesgos de forma racional, dice el estudio.
Los científicos también midieron en la saliva de los agentes de bolsa los índices de cortisol, una hormona que desempeña un papel en la respuesta humana al estrés, y comprobaron que tiende a aumentar con la volatilidad del mercado y las perspectivas de hacer beneficios. Pero un nivel demasiado alto de cortisol produce el efecto contrario a la testosterona y lleva a los inversores a ser más precavidos.
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