EM, VyS, 11-04-08.
Según el psiquiatra Sergio Ferrer, para el chileno de a pie, el mundo se ha tornado amenazante e inestable. Por eso, la emoción que más caracteriza a los chilenos de hoy es la angustia.
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"Estoy convencido de que son las emociones las que conducen al hombre, no la razón, como todo el mundo cree", asegura el doctor Sergio Ferrer, ex presidente de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía, y compilador del libro "Las emociones", que será lanzado en junio próximo.
El texto, que reúne la opinión de ocho destacados neurólogos y psiquiatras chilenos, entre los que figuran León Cohen, Otto Dörr, Susana Bloch y Luis Varela, describe distintas aristas de las "pasiones", como se las conocía antiguamente, y que luego algunos denominaran como sentimientos, y que fueron identificadas -a nivel básico y universal- como la rabia, el temor, el pánico y la sorpresa.
Hoy, según Ferrer, los chilenos están experimentando emociones asociadas a una situación de inestabilidad. "Este país se muestra muy depresivo, tal vez el mundo se ha tornado para la gran masa de chilenos como amenazante e inestable". Este porvenir incierto, dice, ha inducido a que muchos expertos definan al país como un "sicótico maníaco depresivo, en el sentido de que, a veces, la población manifiesta una gran esperanza y después una gran depresión".
-¿Cuál es la emoción más familiar para los chilenos?
La angustia. La gente no tiene un trabajo seguro o teme perder el que tiene; el mundo tan consumista los ha llevado a endeudarse, junto a un gran egoísmo y a un relajamiento de la cultura en general, lo que se nota en la juventud, que es muy poco respetuosa. Esto crea una ansiedad general, pública, y por eso en Chile hay mucha depresión y ansiedad.
Existe la tendencia a subvalorar socialmente a las emociones versus la razón, dice el experto.
"Ése es un prejuicio histórico, donde las pasiones había que apagarlas, y lo importante era el actuar racional. Pero es al contrario. Creo que el hombre se mueve por emociones, y no por razón. Incluso, cuando uno ve la acción de un político, éste actúa en la emoción de las masas con su discurso. Un intelectual no podría dirigirse al público porque no provocaría una repercusión emocional".
-¿Qué importancia le asigna entonces a la emoción?
La emoción es tan importante o más que la razón, porque es el motor de la imaginación, de la creación, incluso en los descubrimientos científicos. Aun lo más cognoscitivo está siempre impregnado de emoción.
-¿Y qué ocurre en las relaciones humanas?
Las emociones tienen un papel muy relevante en la conducta humana y en la apreciación del otro. Toda la interrelación humana se hace a través de ellas. Incluso, hay algunas que, no siendo básicas, surgen de la interacción social, como los celos o la vergüenza.
-¿Existe hoy menos resistencia a expresar y a hablar de las emociones?
Claramente, incluso en el lenguaje corriente. Ahora no podemos separar las emociones del cuerpo. La emoción es un sentimiento, pero a la vez es una reacción corporal que se manifiesta en la interrelación con otros. La persona transpira, se abochorna o le late fuerte el corazón. Existe coincidencia en que todos los hombres sienten de manera bastante similar.
Actualmente, ha cobrado relevancia la crisis de pánico como un fenómeno asociado a emociones vagas, no posibles de precisar, dice Ferrer.
"La psiquiatría es la ciencia de las emociones. Por eso, es labor del terapeuta transformar las emociones vagas de un paciente en discurso, y eso hacemos todo el tiempo en la entrevista psiquiátrica. Buscamos clarificar las emociones y el origen de éstas. La crisis de pánico, por ejemplo, está absolutamente estereotipada y compromete todo el cuerpo. Quienes la sufren sienten angustia y temen la muerte. Así, sufren un infarto cerebral, cardiológico o pierden la conciencia. Es tremendo, porque pierden la libertad y quedan entregados a manos de otros. Vivimos en un mundo muy amenazado, por eso es que hay tanta angustia, y una vaga ansiedad".
-¿Qué relación existe entre emociones y enfermedades?
A nivel extremo, la esquizofrenia y la psicosis maniacodepresiva manifiestan un vacío de afecto, de emoción. Estos pacientes no pueden relacionarse con otros o se les dificulta gravemente la interrelación social. Por ejemplo, en la psicosis se pierde el sentido de la realidad. Pero ésos son casos extremos. La neurosis de angustia es mucho más frecuente y tiene directa relación con las emociones cotidianas.
Yo y los otros.
Los ensayos reunidos en el libro "Las emociones" abarcan algunos estados emocionales como la envidia, el rencor o la risa.
En su texto, el psiquiatra Otto Dörr concluye que las emociones necesariamente implican tener conciencia del otro y del mundo en el que se vive. De hecho, según explica Ferrer, "la más perfecta relación con el mundo se alcanza con la alteridad (ponerse en el lugar del otro)".
El psiquiatra León Cohen, en tanto, plantea que es la envidia o la incapacidad de reconocer lo admirable en el otro lo que explicaría gran parte de la crisis actual de la sociedad. Y hace un llamado "a la reflexión para extinguir la envidia social e individual, que en su parte más despreciable suele adoptar la apariencia de indiferencia frente al mérito ajeno".
FICHA LIBRO.
Título: "Las emociones".
Editorial: Mediterráneo, 235 páginas.
Editor: Sergio Ferrer.
Lanzamiento: Junio 2008.
Según el psiquiatra Sergio Ferrer, para el chileno de a pie, el mundo se ha tornado amenazante e inestable. Por eso, la emoción que más caracteriza a los chilenos de hoy es la angustia.
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"Estoy convencido de que son las emociones las que conducen al hombre, no la razón, como todo el mundo cree", asegura el doctor Sergio Ferrer, ex presidente de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía, y compilador del libro "Las emociones", que será lanzado en junio próximo.
El texto, que reúne la opinión de ocho destacados neurólogos y psiquiatras chilenos, entre los que figuran León Cohen, Otto Dörr, Susana Bloch y Luis Varela, describe distintas aristas de las "pasiones", como se las conocía antiguamente, y que luego algunos denominaran como sentimientos, y que fueron identificadas -a nivel básico y universal- como la rabia, el temor, el pánico y la sorpresa.
Hoy, según Ferrer, los chilenos están experimentando emociones asociadas a una situación de inestabilidad. "Este país se muestra muy depresivo, tal vez el mundo se ha tornado para la gran masa de chilenos como amenazante e inestable". Este porvenir incierto, dice, ha inducido a que muchos expertos definan al país como un "sicótico maníaco depresivo, en el sentido de que, a veces, la población manifiesta una gran esperanza y después una gran depresión".
-¿Cuál es la emoción más familiar para los chilenos?
La angustia. La gente no tiene un trabajo seguro o teme perder el que tiene; el mundo tan consumista los ha llevado a endeudarse, junto a un gran egoísmo y a un relajamiento de la cultura en general, lo que se nota en la juventud, que es muy poco respetuosa. Esto crea una ansiedad general, pública, y por eso en Chile hay mucha depresión y ansiedad.
Existe la tendencia a subvalorar socialmente a las emociones versus la razón, dice el experto.
"Ése es un prejuicio histórico, donde las pasiones había que apagarlas, y lo importante era el actuar racional. Pero es al contrario. Creo que el hombre se mueve por emociones, y no por razón. Incluso, cuando uno ve la acción de un político, éste actúa en la emoción de las masas con su discurso. Un intelectual no podría dirigirse al público porque no provocaría una repercusión emocional".
-¿Qué importancia le asigna entonces a la emoción?
La emoción es tan importante o más que la razón, porque es el motor de la imaginación, de la creación, incluso en los descubrimientos científicos. Aun lo más cognoscitivo está siempre impregnado de emoción.
-¿Y qué ocurre en las relaciones humanas?
Las emociones tienen un papel muy relevante en la conducta humana y en la apreciación del otro. Toda la interrelación humana se hace a través de ellas. Incluso, hay algunas que, no siendo básicas, surgen de la interacción social, como los celos o la vergüenza.
-¿Existe hoy menos resistencia a expresar y a hablar de las emociones?
Claramente, incluso en el lenguaje corriente. Ahora no podemos separar las emociones del cuerpo. La emoción es un sentimiento, pero a la vez es una reacción corporal que se manifiesta en la interrelación con otros. La persona transpira, se abochorna o le late fuerte el corazón. Existe coincidencia en que todos los hombres sienten de manera bastante similar.
Actualmente, ha cobrado relevancia la crisis de pánico como un fenómeno asociado a emociones vagas, no posibles de precisar, dice Ferrer.
"La psiquiatría es la ciencia de las emociones. Por eso, es labor del terapeuta transformar las emociones vagas de un paciente en discurso, y eso hacemos todo el tiempo en la entrevista psiquiátrica. Buscamos clarificar las emociones y el origen de éstas. La crisis de pánico, por ejemplo, está absolutamente estereotipada y compromete todo el cuerpo. Quienes la sufren sienten angustia y temen la muerte. Así, sufren un infarto cerebral, cardiológico o pierden la conciencia. Es tremendo, porque pierden la libertad y quedan entregados a manos de otros. Vivimos en un mundo muy amenazado, por eso es que hay tanta angustia, y una vaga ansiedad".
-¿Qué relación existe entre emociones y enfermedades?
A nivel extremo, la esquizofrenia y la psicosis maniacodepresiva manifiestan un vacío de afecto, de emoción. Estos pacientes no pueden relacionarse con otros o se les dificulta gravemente la interrelación social. Por ejemplo, en la psicosis se pierde el sentido de la realidad. Pero ésos son casos extremos. La neurosis de angustia es mucho más frecuente y tiene directa relación con las emociones cotidianas.
Yo y los otros.
Los ensayos reunidos en el libro "Las emociones" abarcan algunos estados emocionales como la envidia, el rencor o la risa.
En su texto, el psiquiatra Otto Dörr concluye que las emociones necesariamente implican tener conciencia del otro y del mundo en el que se vive. De hecho, según explica Ferrer, "la más perfecta relación con el mundo se alcanza con la alteridad (ponerse en el lugar del otro)".
El psiquiatra León Cohen, en tanto, plantea que es la envidia o la incapacidad de reconocer lo admirable en el otro lo que explicaría gran parte de la crisis actual de la sociedad. Y hace un llamado "a la reflexión para extinguir la envidia social e individual, que en su parte más despreciable suele adoptar la apariencia de indiferencia frente al mérito ajeno".
FICHA LIBRO.
Título: "Las emociones".
Editorial: Mediterráneo, 235 páginas.
Editor: Sergio Ferrer.
Lanzamiento: Junio 2008.
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