EL Mercurio,
15-01-16
Sebastián Urbina
Por primera
vez desde su primera publicación en 1980, las guías sobre cómo deben
alimentarse los estadounidenses sorprendieron a los especialistas al entregar
consejos para un grupo específico de la población.
Se trata de
los hombres adultos y de los adolescentes varones, a los que se sugiere reducir
el consumo de proteínas de la carne, las aves y los huevos, cuya clara es una
gran fuente de proteína. En su lugar deberían comer más pescado, así como más
legumbres y vegetales.
Esta
recomendación involucra "a casi la mitad de la población, lo cual es un
asunto de gran importancia", dijo a The New York Times Michel Jacobson,
director ejecutivo del Centro de la Ciencia por el Interés Público, un grupo de
defensa de la nutrición con sede en Washington.
Las nuevas
guías, que se revisan cada cinco años, llaman también a disminuir el consumo de
azúcar, ya que su rápida absorción eleva la insulina, y esto favorece la
diabetes y ayuda a depositar grasas en las arterias, causando infartos.
Las mujeres
andan bien
El hecho que
el documento pida a los hombres comer menos proteínas se debe a que "se
hizo una encuesta de alimentación en la población que demostró que las mujeres
estaban bien, y que ellos estaban muy por sobre lo recomendado", dice la
doctora María Luisa Aguirre, nutrióloga infantil de Clínica Dávila.
La novedad
de las nuevas guías, destaca la especialista, es que ajusten lo que recomiendan
para comer según grupos de edad. También considera positivo que se acepte la
diversidad de modelos de alimentación, ya que además de las guías, reconocen
como buenas dietas a la mediterránea y la vegetariana.
Su cautela
acerca de lo aplicable que puedan ser estas recomendaciones para los chilenos
expresa el doctor Gonzalo Ruiz-Esquide, nutriólogo de Clínica Santa María.
"Los estadounidenses consumen mucha más proteína que nosotros. Nuestro
problema es el alto consumo de carbohidratos. Mientras ellos comen huevos con
tocino al desayuno, nosotros podemos comer pan con mermelada", explica.
Aunque
advierte que todo depende de la edad. "Si es un joven, yo no le aconsejo
que disminuya la carne o los quesos, por ejemplo, pero sí que reduzca los
embutidos y las hamburguesas procesadas", agrega.
En su
opinión, hay que tener cuidado, porque esto es un equilibrio delicado, "ya
que si le sacamos un alimento, lo estamos haciendo comer más de otro",
advierte. Su consejo general es ser siempre estricto con la comida chatarra y
con las golosinas.
Otro énfasis
de las guías es que todos los grupos deben disminuir la cantidad de azúcar
refinada, sobre todo la que se agrega al café, el té, los jugos, y el consumo
de bebidas azucaradas. También hay que cuidarse de dulces, queques, galletas y
cereales azucarados. Para tener una idea, "solo una tableta de chocolate
de 2x2 centímetros o dos galletas de avena, equivalen al azúcar que alguien
puede comer al día", dice la doctora Aguirre.
Respecto de
las grasas, se sugiere que no sean más del 10% de las calorías diarias.
"Lo importante es que sean grasas saludables, como las que provienen de la
palta, pescados grasos, frutos secos, la yema del huevo y el aceite de
oliva", detalla el doctor Ruiz-Esquide.
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