jueves, 4 de marzo de 2010

El veinte por ciento de la población afectada por el sismo puede sufrir estrés postraumático.


EM., VCyT, 03-03-10.

Psiquiatras del Hospital Clínico de la UC llaman a los chilenos a limitar su exposición a imágenes acerca de la catástrofe y a retomar la rutina.

Por Pamela Elgueda.

--

¿Irritable? ¿Despierta un par de horas en la noche? ¿Tensión? ¿Sensación de tristeza? ¿Angustia? Es natural que los habitantes de las seis regiones de Chile afectadas por el terremoto del sábado experimenten todo esto.

Y lo más probable es que la mayoría de ellos vuelvan a sentirse bien dentro de una semana o dos, explicaron ayer los doctores Matías González, Rodrigo Figueroa y Bernardo Pacheco, psiquiatras del Hospital Clínico de la Universidad Católica.

Pero el 20% de ellos, en particular quienes estuvieron más cerca del epicentro del terremoto y los rescatistas, tienen riesgo de enfermar mentalmente, o sea sufrir estrés postraumático.

Para todos quienes vivieron el trauma del terremoto, y sobre todo para los más vulnerables a enfermar, los especialistas entregaron una serie de recomendaciones. Éstas son parte de una propuesta de modelo de apoyo psicológico en desastres, publicada en la última edición de la Revista Médica de Chile.

Hablar, sin obligar.

Lo primero es limitar la exposición a imágenes y noticias relacionadas con el terremoto. "Esta recomendación va especialmente para el caso de los niños, que pueden llegar a experimentar estrés por este motivo", dijo el doctor Figueroa.

Hay que retomar con prontitud la rutinas anteriores al sismo. "En el caso de los niños, hay que mantener sus horarios y asegurarse de que descansen y tengan espacios para jugar", agregó el doctor Pacheco.

Relatar la experiencia vivida hace bien en la medida en que no sea una imposición. "No se debe obligar a las personas a hablar, porque el duelo que ellas deben vivir tiene un proceso con distintas etapas que cada persona vive en tiempos diferentes", afirmó el doctor González.

Lo mismo corre en el caso de los niños: sus preguntas hay que responderlas con la verdad, pero de manera sencilla y sin tecnicismos que no entiendan y los lleven a sospechar cosas peores.

Los signos que indican que un niño puede estar experimentando estrés postraumático son llanto persistente, angustia, pesadillas del terremoto, irritabilidad, incontinencia urinaria y relatos reiterados de lo que pasó.

En el caso de un adulto, si en dos semanas más la sensación de malestar persiste, es mejor preocuparse. Y si hay dudas, los psiquiatras sugieren hacerse cuatro preguntas:

1.-¿Ha tenido pesadillas o pensamientos acerca del terremoto cuando no desea pensar en él?
2.-¿Ha intentado evitar situaciones, personas o lugares que le recuerdan el terremoto?
3.-¿Ha mostrado estar de manera permanente en alerta, a la defensiva o con sobresaltos ante cualquier ruido fuerte?
4.-¿Se ha sentido emocionalmente apagado o desapegado de los demás, de sus actividades o de lo que le rodea?

Si responde "sí" a dos de ellas, se recomienda consultar a un especialista.

No hay comentarios: