viernes, 5 de diciembre de 2008

Aporte en Londres de un chileno: Las células sanas son antisociales y las enfermas, no.

EM., VyS., 27-11-08.

Científicos vieron por primera vez cómo las células se repelen si están unas muy cerca de otras. Las células cancerosas pierden ese rechazo para unirse y extender así la enfermedad. Si se logra controlar el mecanismo, eventualmente se controlaría el mal.

LORENA GUZMÁN H.

En nuestro cuerpo todo tiene sentido, cada célula en su lugar. Si éstas tienen que desplazarse lo hacen ordenadamente, a tal punto que, si chocan unas con otras, educadamente se hacen a un lado.

Esa "inhibición por contacto" se conoce hace 50 años, pero recién un equipo del University College de Londres, liderado por el chileno Roberto Mayor, lo presenció en vivo.

La revista Nature publicó el trabajo.

Y no es lo único. Se sospecha que las células tumorales no tendrían tanta educación y que, al chocar con células sanas, en vez de eludirlas, las acosarían ramificando el cáncer.

Si conociéramos bien el proceso, podríamos "educar" a las mortíferas células.

Poniendo orden.

Este mecanismo de repulsión es común entre células sanas; es una forma de mantener el orden que necesitan los tejidos. En el desarrollo embrionario resulta vital, dice Roberto Mayor.

Es como hacer un origami, arte japonés que esculpe figuritas doblando papeles. "Para armar una paloma el papel debe plegarse en un orden particular, de la misma forma para 'armar' un embrión las células deben moverse en una forma coordinada y en orden", explica Mayor.

En un tejido hay cientos de miles de células que están constantemente interactuando y moviéndose. Es muy difícil observar un movimiento aislado entre tanto tráfico. Pare ver el movimiento de células individuales, los científicos marcaron con una proteína fluorescente verde las células que quería seguir; ella actuó como un GPS que delató el movimiento repulsivo.

Se quiere demostrar que, en células cancerosas, tal mecanismo de repulsión desaparece.

Si lo logran, se podría regular este mecanismo y eventualmente detener la expansión del mal.

"No todos los cánceres pierden la repulsión de la misma manera. Creemos que los más malignos, de células más invasivas, son los que más la pierden. Ellos serían los mejores blancos para una terapia basada en nuestros hallazgo", dice desde Londres el chileno Mayor.

¿Cuándo?

Imposible determinarlo.
ROBERTO MAYOR es bioquímico de la Universidad de Chile y PhD en célula y biología molecular. Hizo su posdoctorado en el National Institute for Medical Research, de Reino Unido, y fue profesor de la U. de Chile. Actualmente es académico del University College de Londres, donde tiene su propio grupo de investigación y preside la Sociedad Latinoamericana de Biología del Desarrollo.

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