Por Margherita Cordano F.
"Si este
libro llegó a tus manos es por alguna de estas razones: siempre dices que no
tienes el tiempo suficiente o que necesitas un día extra a la semana; te
sientes como un hámster dando vueltas en una rueda interminable; o tienes
metas, pero las circunstancias a tu alrededor te impiden llevarlas a
cabo".
Así comienza el primer capítulo del libro "Time
Millionaire" (Millonario de tiempo, disponible en inglés a través de
Amazon), libro publicado a principios de 2013 por la periodista estadounidense
Melody Stevens. En él, la columnista del Huffington Post entrega una serie de
ideas para "ganar" una hora extra al día a través de acciones fáciles
de llevar a cabo.
"Yo misma sufrí de pobreza de tiempo. Hacía
dietas sin control, al otro día me llenaba de comida y siempre me juntaba con
personas negativas. Por mucho tiempo me sentí como una víctima de las
circunstancias, lo que me hizo volverme una persona muy quejumbrosa",
cuenta la autora a "El Mercurio".
Solo después de que su padre murió y que la crisis
financiera dejara a gran parte de sus colegas sin trabajo, en 2008 Stevens
cambió de perspectiva. "Me di cuenta de que cuando hay tanto en la vida
que no puedes controlar, sentirte mejor contigo mismo es algo que debes
intentar hacer", comenta.
Menos alegatos.
Revisar el correo tres veces al día, en horarios
programados , es una de 100 recomendaciones que entrega el libro. "No va a
matar tu negocio y las personas pueden aguantar no saber de ti por unas
horas", explica.
Cuando las quejas son muchas, se recomienda buscar
ayuda "de un líder espiritual, un terapeuta o un pastor . La hora que
dediques trabajando con ellos te va a salvar de muchas más horas quejándote
frente a tu familia y amigos". Y es que el consejo número uno del libro es
justamente tratar de reducir la cantidad de veces que dedicamos a alegar.
"Un millonario invierte su dinero en aquello que le entrega mayores
dividendos financieros. Un millonario del tiempo debe hacer lo mismo, pero
buscando aumentar su recompensa emocional y espiritual", indica. En este
sentido, los alegatos no sirven para nada, pues solo cansan y aburren al resto.
Por la misma razón es que no conviene juntarse con
personas que demandan mucho . Muchas veces conviene decir que no a alguna
invitación, aunque ese otro se ofenda, antes que aceptar y quedar agotado.
Una sugerencia similar es la de dejar las múltiples
tareas de lado . Se explica que es mejor concentrarse en una y hacerla bien,
que tener muchas, pero no cumplir con ninguna. Si se llega a la casa agotado
después de trabajar, quizás es más conveniente aprovechar que se está ganando
plata y contratar a alguien para que se encargue de cortar el pasto, por
ejemplo.
Las tareas que no se pueden delegar conviene
organizarlas según su nivel de dificultad . "Lo más difícil debe hacerse
en las mañanas, porque así te sacas el problema grande de inmediato",
recomienda la autora. A mitad o final del día, lo que conviene es hacer algo de
ejercicio -puede ser solo una caminata- para aliviar la fatiga y despejar la
mente. Más que una pérdida de tiempo, darse este espacio permite pensar mejor
qué cosas quedan por hacer y cuáles se pueden dejar para más adelante.
Stevens entrega un último consejo para quienes leen
esta nota: si ya están leyendo el diario, de seguro no es necesario que gasten
su tiempo viendo las noticias que muestra la televisión , dice. En general, los
medios repiten las noticias más importantes del día, por lo que ante la falta
de tiempo, conviene centrarse en uno solo.
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