PM, 01-04-10.
Por Seth Borenstein.
AP, Washington.- La risa es un objeto de estudio que los expertos tratan de descifrar y según uno de los investigadores dice que menos del 15% de las sonrisas responden a algo gracioso. Agrega que en la mayoría de los casos la sonrisa sería algo forzado, motivado por situaciones sociales o características personales.
La risa es primordial, el primer modo de comunicación. Los simios ríen, al igual que los perros y las ratas. Los bebés ríen mucho antes de hablar. Es un comportamiento natural y a veces involuntario.
Uno puede reírse por un chiste, pero sólo del 10% al 15% de la risa celebra una broma, dijo Robert Provine, experto en ciencias neurológicas en Baltimore, quien ha estudiado la risa durante décadas. La risa es más una respuesta social que la reacción ante un chiste.
“La risa es sobre todo social”, afirmó el experto. “El requisito para la risa es otra persona”.
A lo largo de los años, el profesor en la Universidad de Maryland en Baltimore ha trazado la radiografía de la risa.
“En todos los idiomas uno se ríe básicamente igual”, dijo. “Ya sea que uno hable mandarín, francés o inglés, todos comprenden la risa... Hay un generador de pautas en el cerebro que produce este sonido”.
Cada “ja” dura un quinceavo de segundo y se repite cada una quinta parte de segundo, explicó. Más rápido o más lento se parece más a un jadeo u otra cosa.
Los sordos se ríen sin oír y la gente que dialoga por medio de su teléfono celular se ríe sin ver, lo que ilustra que la risa no depende de un solo sentido sino de la interacción social, agregó Provine, autor del libro “La risa: una investigación científica”.
“Es alegría, es un enfoque positivo de la vida”, comentó Jaak Panksepp, un profesor de sicología en la Universidad Bowling Green. “Es profundamente social”.
Y no es exclusivamente humano. Los chimpancés se hacen cosquillas unos a otros y se ríen cuando otro finge hacérselas a ellos.
Panksepp estudia ratas que ríen cuando les hace cosquillas. Resulta que a las ratas les agrada que les hagan cosquillas y vuelven una y otra vez a las manos de los investigadores que se las hacen, según muestran los videos del investigador.
Con su estudio sobre las ratas, Panksepp y otros científicos intentan descifrar lo que ocurre en el cerebro cuando uno se ríe y la investigación sugiere alguna promesa para el tratamiento de ciertas enfermedades.
Jeffrey Burgdorf, profesor de ingeniería biomédica en la Northwestern University, halló que la risa en las ratas les hace producir una sustancia química parecida a la insulina que actúa como antidepresivo y reduce la ansiedad.
Cree que probablemente lo mismo sucede con los seres humanos. De confirmarse, daría a los médicos un nuevo factor químico en el cerebro en sus esfuerzos por producir fármacos que combatan la depresión y la ansiedad.
Por Seth Borenstein.
AP, Washington.- La risa es un objeto de estudio que los expertos tratan de descifrar y según uno de los investigadores dice que menos del 15% de las sonrisas responden a algo gracioso. Agrega que en la mayoría de los casos la sonrisa sería algo forzado, motivado por situaciones sociales o características personales.
La risa es primordial, el primer modo de comunicación. Los simios ríen, al igual que los perros y las ratas. Los bebés ríen mucho antes de hablar. Es un comportamiento natural y a veces involuntario.
Uno puede reírse por un chiste, pero sólo del 10% al 15% de la risa celebra una broma, dijo Robert Provine, experto en ciencias neurológicas en Baltimore, quien ha estudiado la risa durante décadas. La risa es más una respuesta social que la reacción ante un chiste.
“La risa es sobre todo social”, afirmó el experto. “El requisito para la risa es otra persona”.
A lo largo de los años, el profesor en la Universidad de Maryland en Baltimore ha trazado la radiografía de la risa.
“En todos los idiomas uno se ríe básicamente igual”, dijo. “Ya sea que uno hable mandarín, francés o inglés, todos comprenden la risa... Hay un generador de pautas en el cerebro que produce este sonido”.
Cada “ja” dura un quinceavo de segundo y se repite cada una quinta parte de segundo, explicó. Más rápido o más lento se parece más a un jadeo u otra cosa.
Los sordos se ríen sin oír y la gente que dialoga por medio de su teléfono celular se ríe sin ver, lo que ilustra que la risa no depende de un solo sentido sino de la interacción social, agregó Provine, autor del libro “La risa: una investigación científica”.
“Es alegría, es un enfoque positivo de la vida”, comentó Jaak Panksepp, un profesor de sicología en la Universidad Bowling Green. “Es profundamente social”.
Y no es exclusivamente humano. Los chimpancés se hacen cosquillas unos a otros y se ríen cuando otro finge hacérselas a ellos.
Panksepp estudia ratas que ríen cuando les hace cosquillas. Resulta que a las ratas les agrada que les hagan cosquillas y vuelven una y otra vez a las manos de los investigadores que se las hacen, según muestran los videos del investigador.
Con su estudio sobre las ratas, Panksepp y otros científicos intentan descifrar lo que ocurre en el cerebro cuando uno se ríe y la investigación sugiere alguna promesa para el tratamiento de ciertas enfermedades.
Jeffrey Burgdorf, profesor de ingeniería biomédica en la Northwestern University, halló que la risa en las ratas les hace producir una sustancia química parecida a la insulina que actúa como antidepresivo y reduce la ansiedad.
Cree que probablemente lo mismo sucede con los seres humanos. De confirmarse, daría a los médicos un nuevo factor químico en el cerebro en sus esfuerzos por producir fármacos que combatan la depresión y la ansiedad.